El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred) pidió a la población eliminar las prácticas violentas, discursos de odio y la desinformación que existe contra las personas de la comunidad LGBTIQ+ con respecto al brote de viruela símica (o del mono), una enfermedad viral que se ha propagado en varios países del mundo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) cualquier persona sin importar su edad, sexo o género puede contraer o propagar la viruela del mono. Sin embargo, durante los últimos meses, se ha generado información falsa respecto a que esta comunidad tiene mayor probabilidad de contraer y contagiar dicha enfermedad.
El Copred indicó que esto genera conductas de exclusión, criminalización y discriminación contra las personas de la comunidad LGBTIQ+.
Por ello, el organismo rechazó la estigmatización que sufren las personas, lo cual, destacó, obstaculiza el combate a esta pandemia y tratar con dignidad y respeto a quienes han contraído esta enfermedad.
Además, el Copred recomendó que las personas que hayan sido discriminadas por padecer viruela símica en cualquier espacio de la Ciudad de México, pueden presentar sus denuncias ante dicho organismo.
¿Qué es la viruela símica?
De acuerdo con la OMS, la viruela símica es una enfermedad causada por un virus. Se trata de una infección vírica zoonótica, lo que significa que puede propagarse de los animales al ser humano. También puede propagarse entre seres humanos e igualmente pasar del medio ambiente al ser humano.
¿Cuáles son los síntomas de la viruela símica?
La viruela símica puede causar una variedad de signos y síntomas. Algunas personas tienen síntomas menos graves, mientras que otras pueden padecer una enfermedad más grave y precisar atención en un establecimiento de salud. Las personas con mayor riesgo suelen ser las embarazadas, los niños y las personas inmunodeprimidas.
Los síntomas más comunes de la viruela símica durante el brote de 2022 son fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, baja energía e inflamación de los ganglios linfáticos, seguidos o acompañados por una erupción cutánea que puede durar de dos a tres semanas.
La erupción puede afectar a la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies, la ingle y las regiones genitales o anales. También puede aparecer en la boca, la garganta, el ano o la vagina, o en los ojos.
El número de lesiones puede variar entre unas pocas y varios miles. Al principio, las lesiones de la piel son planas, luego se llenan de líquido y, a continuación, se forman costras que se secan y se desprenden, formándose por debajo una capa nueva de piel.
Se están realizando estudios para hacer un seguimiento y comprender mejor los síntomas de este nuevo brote, especialmente para saber qué partes del cuerpo pueden verse afectadas y cuánto tiempo pueden durar los síntomas.
Cualquier persona que presente síntomas compatibles con la viruela símica o que haya estado en contacto con alguien que tenga esta enfermedad debe llamar o visitar a un proveedor de atención de salud y pedirle consejo.
Los síntomas desaparecen por lo general por sí solos o con tratamientos sintomáticos, como medicamentos para el dolor o la fiebre. Las personas son infecciosas hasta que todas las lesiones se han cubierto de costras, las costras se han caído y se ha formado una nueva capa de piel.
¿Quién corre el riesgo de contraer la viruela símica?
Las personas que conviven o tienen contacto directo (incluido el contacto sexual) con alguien que tiene viruela símica son quienes están en situación de mayor riesgo. Cualquier persona que viva con alguien que tenga viruela símica debe tomar medidas para reducir el riesgo de contagio.
Una persona infectada con viruela símica debe ser evaluada por un proveedor de atención de salud para determinar si está lo suficientemente bien como para ser atendida en casa y si puede mantener un aislamiento seguro en el hogar. El personal de salud debe adoptar medidas de prevención y control de infecciones para protegerse mientras cuidan a los pacientes con viruela símica.
Los recién nacidos, los niños pequeños y las personas con inmunodepresión subyacente pueden tener mayor riesgo de padecer síntomas más graves y, en casos raros, de morir a causa de la enfermedad. El embarazo también puede aumentar el riesgo de que se produzcan eventos adversos como el aborto espontáneo o la muerte prenatal.
Es probable que las personas que se hayan vacunado contra la viruela tengan cierta protección contra la viruela símica. Sin embargo, es poco probable que las personas más jóvenes estén vacunadas contra la viruela debido a que la vacunación contra esta enfermedad se detuvo en la mayoría de los países del mundo tras su erradicación en 1980.
Las personas que han sido vacunadas contra la viruela deben seguir tomando precauciones para protegerse a sí mismas y a los demás.