El 27 de febrero de 2020, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, confirmó la detección del primer caso de COVID-19 en México.
Se trató de un hombre de 35 años que recientemente había llegado de Italia. Fue el paciente uno y cinco de sus familiares cercanos fueron puestos en observación en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
Tenemos un caso confirmado de coronavirus, éste lo consideraríamos como el caso índice, el individuo está en condiciones de salud estable, tiene una enfermedad leve, leve se refiere que no tiene neumonía, tiene los síntomas parecidos a un catarro, indistinguible de un catarro, no tiene enfermedades previas, es un individuo joven, por lo que es de muy bajo riesgo” señaló entonces López-Gatell.
A nivel mundial, el coronavirus seguía avanzando. El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia.
La OMS ha estado evaluando este brote a toda hora y estamos profundamente preocupados, tanto por los niveles alarmantes de propagación y gravedad como por los niveles alarmantes de inacción. Por lo tanto, hemos evaluado que COVID 19 puede caracterizarse como una pandemia” señaló Tedros Adhanom, director general de la OMS.
El 18 de marzo de 2020, se confirmó la primera víctima mortal en México. La Secretaría de Salud (SSAa) informó que la persona fallecida presentó síntomas desde el 9 de marzo y padecía diabetes.
Ante la pandemia, inició un esfuerzo nacional. El 23 de marzo, de hace casi 3 años, arrancó la Jornada Nacional de Sana Distancia. Las escuelas suspendieron clases, empresas y comercios no esenciales cerraron.
Además, se prohibieron eventos deportivos, culturales y de espectáculos.
Inició el confinamiento
Los estudiantes iniciaron clases a distancia, esta vez por zoom; ellos y el personal educativo tuvieron que adaptarse a un nuevo sistema de enseñanza y aprendizaje.
En cuanto al trabajo, algunos hacían home office, otros, los más desprotegidos, arriesgaban sus vidas con tal de no perder sus empleos.
Por otra parte, estaban los puestos esenciales, como el personal de salud, que pese al temor salían cada día a cumplir su misión.
El primero de junio de 2020 arrancó el uso de semáforo epidemiológico, con ello, las autoridades indicaban qué actividades se podían realizar en el ámbito económico, educativo y social.
Fue un año de incertidumbre, miedos y de adaptarnos a hacer una vida con el menor contacto posible con los demás. No besos, no abrazos, no pláticas, no actividades masivas como conciertos, ni acudir a los estadios.
Vacunas, esperanza de recuperar la normalidad
Fue hasta finales de 2020, en diciembre, que comenzamos a ver la luz al final del túnel. La vacuna anticovid se descubrió, y con ella, resurgía la esperanza de recuperar la normalidad.
México se posicionó entre los primeros 10 países en tener acceso al antígeno, que, si bien no prometía evitar el contagio, abrió la posibilidad a reducir los riesgos, síntomas y sobre todo bajaba la mortalidad.
Hoy es el principio del fin de esa pandemia, hoy podemos ver claramente que los vamos a derrotar, a esos virus que han venido a transformar nuestras vidas” aseguró Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores.
Arrancó la aplicación del antígeno
Ante la emergencia, no había tiempo que perder, y el 24 de diciembre arrancó la protección a la primera línea de defensa, el personal de salud.
La enfermera María Irene Ramírez fue la primera persona en territorio mexicano que fue inmunizada.
El 15 de febrero, inició la aplicación de 870 mil dosis para adultos mayores, considerados el sector de la población más vulnerable.
La vacunación para personas de 50 a 59 años y mujeres embarazadas, arrancó en mayo.
Y así, poco a poco las etapas de aplicación del fármaco se fueron intercalando con las citas de refuerzo para los grupos de cada edad.
El reto fue llevar las vacunas de norte a sur, del Pacífico al Golfo, y la Campaña Nacional de Vacunación llevó las dosis hasta el último rincón del país.
Variantes COVID-19
Llegaron Ómicron, Delta, Perro del infierno, Gama, Beta, las variantes más conocidas de este virus, y la inmunización se hizo más necesaria que nunca.
A tres años de la aparición de COVID-19, México ha registrado más de 7 millones de casos confirmados, 6 millones de personas se recuperaron totalmente y cerca de 300 mil lamentablemente fallecieron por causa de este virus.
Hoy, los expertos dicen que este coronavirus ya nunca se irá; viviremos con él como un virus estacional, como la influenza.
Lo cierto es que, a tres años de distancia, muy posiblemente valoramos más un apretón de manos, un abrazo, un beso, una reunión, la salud, la vida misma.