La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural dio a conocer la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de Polinizadores (ENCUSP), que tiene como objetivo orientar las políticas y el trabajo de los sectores productivo y ambiental al desarrollo sustentable y la seguridad alimentaria del país.
La Estrategia permitirá encaminar a México hacia una agricultura amigable con la biodiversidad, ya que contribuye a la atención de los objetivos del Programa Sectorial de la dependencia federal que son garantizar el derecho a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, promover la agricultura sustentable y avanzar hacia la seguridad alimentaria.
Además, contribuye a los Objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas e integra una visión sistémica e incluyente, en la que se promueve la participación de todos los actores relevantes en la producción de alimentos y en la conservación del ambiente, indicó la dependencia federal.
Entre los participantes en su desarrollo están las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de Educación Pública (SEP), el Instituto Nacional Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), las comisiones Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y la Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre otros.
También, se contó con la ayuda de la Agencia Alemana de Cooperación para el Desarrollo Sustentable (GIZ); con todas estas instituciones se concretaron las actividades para la integración del documento final, además de la participación de productores, apicultores y meliponicultores.
Así, el pasado 14 de junio de 2021 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Aviso por el que se da a conocer el portal de internet en el que se puede consultar la Estrategia, señaló la dependencia federal.
Resaltó que la polinización animal es un servicio ambiental esencial en todos los ecosistemas terrestres naturales y agrícolas. Sin embargo, actualmente existen múltiples factores que generan una presión y pérdida de polinizadores, por lo que la implementación coordinada y participativa de la ENCUSP constituye una acción clave para transitar de la agricultura convencional a la sustentable.
La estrategia cuenta con ocho ejes temáticos de los cuales se desprenden líneas y acciones específicas como el conocimiento científico, tecnológico y tradicionales e intercambio de experiencias y saberes, y participación social y educación. Además de normatividad y regulación; instrumentos de planeación y presupuesto; valoración de los polinizadores y sus hábitats; paisaje, conectividad y aspectos bioculturales y fomento a la producción sustentable y amigable con la biodiversidad, resaltó Agricultura.
De acuerdo con expertos del INIFAP y de centros de investigación y organismos privados, sin la activa participación de las abejas y otros insectos en el proceso de polinización, se estima que en el mundo habría una reducción aproximada del 30 por ciento en la producción de alimentos, lo que impactaría en su precio y en el acceso de la población a una dieta diversa.
En el encuentro virtual Diálogo: Abejas, Agricultura y Medio Ambiente, celebrado en mayo pasado, los especialistas destacaron que la participación de las abejas en los ciclos productivos agrícolas es esencial para fortalecer la autosuficiencia y seguridad alimentaria en el país y en el mundo.
El director del Centro Nacional de Investigación Disciplinaria (CENID) en Fisiología y Mejoramiento Animal del INIFAP, Miguel Enrique Arechavaleta Velasco, señaló que el Instituto trabaja desde hace más de 30 años en solucionar este tema. Conservar el medio ambiente es cuidar a las abejas, agregó.
Detalló que colaboran en el desarrollo de abejas más tolerantes a la enfermedad de la varroa, a través del mejoramiento de líneas genéticas resistentes, y exhortó a los productores a utilizar menos productos químicos, ya que con su uso se afecta y estresa a las colonias de abejas.
Explicó que se trata de insectos sociables que se desenvuelven con los alimentos, la agricultura y el medio ambiente, por lo que los insecticidas, herbicidas y el cambio climático los impactan directamente, así como a su entorno, y se disminuyen las poblaciones silvestres, actores claves para mantener también la diversidad de plantas con flores.