Este martes, tres narcotraficantes mexicanos evitaron la pena de muerte en Estados Unidos: Rafael Caro Quintero, Ismael Zambada y Vicente Carrillo Fuentes.
El primero de ellos, Caro Quintero, es fundador del Cártel de Guadalajara junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, en la década de los ochentas.
El llamado “narco de narcos”, dados los alcances de su carrera delictiva, está acusado de participar en el secuestro y asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena.
El pasado 27 de febrero fue entregado en custodia por el Gobierno de México a la justicia norteamericana, junto con otros 28 capos mexicanos.
El segundo es Ismael Zambada, fundador del Cártel de Sinaloa o Cártel del Pacífico, junto con Joaquín Guzmán Loera. Se presume que tras la captura de “El Chapo” Guzmán, también preso en Estados Unidos, se convirtió en el líder principal de dicho grupo criminal.
Para finales de los la década de los noventas, llegó a ser considerado como uno de los narcotraficantes mexicanos más peligrosos, a tal grado que la DEA llegó a ofrecer 15 millones de dólares de recompensa por información que llevara a su captura.
El pasado 25 de julio, habría sido llevado con engaños a Estados Unidos por Joaquín Guzmán López, hijo de Guzmán Loera, para entregarlo en Nuevo México a la justicia estadounidense.
Tras esta traición entre narcotraficantes, se desató una ola de violencia en Sinaloa, en venganza y por el control entre las facciones de los Zambada y Guzmán.
El último es Vicente Carrillo Fuentes, quien lideró el Cártel de Juárez después de la muerte de su hermano Amado Carrillo, en 1997, y hasta su captura en 2014.
El Cártel de Juárez se encargaba de transportar múltiples toneladas de cocaína provenientes de Colombia hacia Estados Unidos a través de México.
El pasado 27 de febrero de 2025, también fue entregado a la justicia de Estados Unidos junto a 28 capos, entre estos, Rafael Caro Quintero.