La Fiscalía General de la República (FGR) confirmó que el Gobierno de México solicitó la extradición de Dámaso López Serrano, alias “El Mini Lic”, señalado como el autor intelectual del asesinato del periodista Javier Valdez, ocurrido en 2017.
El sábado 14 de diciembre se dio a conocer que “El Mini Lic” fue detenido en el estado de Virginia, Estados Unidos, por cargos de tráfico de fentanilo.
En 2017, ante la creciente disputa y amenazas de “Los Chapitos”, Dámaso López Serrano decidió entregarse a la Administración de Control de Drogas (DEA), temiendo por su vida. Posteriormente salió libre.
El fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, dijo este martes que el señalado es identificado en México desde hace años como el autor intelectual del asesinato de Javier Valdez, por lo que se ha insistido en muchas ocasiones a Estados Unidos su extradición.
“Como ustedes bien saben, al resto de los autores del asesinato del periodista ya los tenemos procesados y en la cárcel, este nos faltaba”, mencionó.
Agregó que ellos habían señalado que era un testigo protegido del gobierno de la Unión Americana, que les estaba dando mucha información y que en razón de eso no podían ayudarnos en esa forma.
“Ahora, con esta situación en la que ellos mismos están reconociendo que este individuo está delinquiendo, pues yo creo que hay razones más que suficientes para que ahora sí nos apoyen”, puntualizó.
¿Quién es “El Mini Lic”?
Dámaso López Serrano es hijo de Dámaso López Núñez, conocido como “El Licenciado”, quien fue uno de los principales colaboradores de Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cártel de Sinaloa.
Además de ser hijo de una figura clave del cártel, “El Mini Lic” es ahijado de “El Chapo” Guzmán.
Sin embargo, tanto él como su padre protagonizaron una lucha interna por el control del cártel de Sinaloa, enfrentándose sin éxito a “Los Chapitos”, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos de su padrino y fundador del cártel.
En 2017, ante la creciente disputa y amenazas de “Los Chapitos”, Dámaso López Serrano decidió entregarse a la DEA, temiendo por su vida. Desde entonces, había mantenido un perfil bajo hasta su reciente detención.