La directora del Programa Nacional de Protección de la Secretaría Ejecutiva, del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna),Tania Jiménez Romano, habló de los derechos sexuales y reproductivos de este sector de la población ante personal de la línea telefónica y el chat ¡Yo decido! del Consejo Nacional de Población (CONAPO), para brindar atención sobre el tema a las personas usuarias del servicio.
Toda persona incluidas niñas, niños y adolescentes deben gozar de sus derechos sexuales, reproductivos y de las garantías para su protección sin distinciones de ningún tipo, incluidas aquellas como el origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, salud, religión, opiniones, preferencia, orientación y expresión sexual o cualquiera otra.
Durante la asesoría “Sexualidad en la Infancia”, Jiménez Romano planteó que la sexualidad es una dimensión central del ser humano que está presente desde y en todas las etapas de la vida y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales.
Derechos sexuales y reproductivos
Asimismo, indicó que este concepto puede incluir todas estas dimensiones, pero que no todas ellas se viven o se expresan siempre de la misma manera, pues la sexualidad está influida por la interacción de múltiples factores, como lo son los sociales, culturales, éticos, históricos, religiosos y espirituales, aunado ello a que los derechos sexuales y reproductivos buscan garantizar las condiciones necesarias para el sano desarrollo.
Además, expuso que los derechos sexuales y reproductivos abarcan también garantías individuales a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre el cuerpo, disfrutar plenamente la vida sexual, manifestar públicamente los afectos, decidir con quién o con quiénes relacionarse afectiva y eróticamente, a que se respete la privacidad, decidir de manera libre e informada sobre la vida reproductiva, tener acceso a la información actualizada, veraz, científica y laica, a la educación integral y los servicios de salud.
La Educación Integral en Sexualidad (EIS), expuso, brinda a la persona la oportunidad de explorar sus propios valores, actitudes, habilidades de comunicación, facilita la toma de decisiones informadas y reduce riesgos, entre otros.
Jiménez Romano enfatizó la importancia de comunicar con veracidad para mantener la seguridad, evitar situaciones de abuso y violencia sexual, e hizo diversas recomendaciones por grupo etario.
Edad para aprender
Respecto de las niñas y los niños de 0 a 4 años, destacó la importancia de que en esta edad se aprenda a diferenciar entre caricias apropiadas (placenteras) y no apropiadas (incómodas, no deseadas), y de que sepan que su cuerpo es suyo, que les pertenece y que tienen derecho a decir que no quieren que se les toque en sus partes privadas.
En caso de niñas y niños preescolares de 4 a 6 años, refirió que el abuso sexual cuando alguien toca sus partes privadas o se les pide a ellas o ellos tocar las de alguien nunca es culpa de ellos y recomendó que si una persona desconocida trata de que la acompañe a la fuerza, ella o él deben correr y contarlo a su madre, padre, maestra o maestro, vecinos, a oficiales de policía o alguna persona adulta en la que confíen.
Por último, destacó la importancia de que las niñas y los niños en edad escolar de 7 a 12 años estén conscientes de que el abuso sexual puede o no puede incluir tocamientos (caricias no deseadas, manoseo, etc.), de que sepan cómo mantenerse seguros y de que conozcan los límites que deben respetarse al chatear o cuando conozcan a alguien por internet.
También hizo énfasis en que deben reconocer y evitar riesgos en situaciones sociales y acordar reglas cuando entablan relaciones de noviazgo o cuando salen en citas.