Un 19 de mayo del año 2009, la joven de 14 años, Esmeralda Castillo, ya no regresó a su casa en Ciudad Juárez. Desde entonces, su padre José Luis Castillo emprendió una lucha de búsqueda, por ella y por otras, por eso la Escuela de Estudios Superiores de Chihuahua le entregó el doctorado honoris causa.
El centro educativo dijo que se los otorgaron, por su labor en defensa de los derechos humanos y en la lucha contra la desaparición de personas en México.
Al señor Castillo se le ha visto recorrer, durante varios años las marchas del 8 de marzo, además, se ha especializado en Derecho Penal y perspectiva de género.
Con este conocimiento ha brindando acompañamiento a víctimas, promoviendo la prevención en comunidades escolares y liderando el Esmeratón, una campaña enfocada en la lucha contra la trata de personas.
Durante la distinción, Castillo dedicó el reconocimiento a todas las madres y padres que viven la ausencia de un hijo desaparecido.
Además, comentó que el doctorado simbólicamente representa una fuente de fortaleza colectiva y una oportunidad para seguir impulsando acciones de prevención en las escuelas, con la intención de evitar que más familias en Chihuahua y en el país enfrenten el mismo dolor que él vive.
Al finalizar el discurso, recordó a su hija gritando: “Porque vivas se la llevaron y vivas las queremos”.