Las Comisiones Unidas de Relaciones Exteriores y de Relaciones Exteriores América del Norte del Senado, aprobaron presentar este miércoles al Pleno del Senado -para su aprobación- un pronunciamiento de rechazo tajante a las pretensiones intervencionistas de algunos congresistas republicanos con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico.
“Con Estados Unidos, cooperación toda, intervencionismo nada”, coincidieron de manera unánime senadoras y senadores de todos los grupos parlamentarios, luego de aprobar en reunión de trabajo el dictamen con la ratificación del nombramiento de María Elena Orantes López, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador como cónsul de México, en Houston, Texas, Estados Unidos.
Tras la comparecencia y presentación del Plan de Trabajo de Orantes López, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, el senador Héctor Vasconcelos, propuso a las y los integrantes de las Comisiones Unidas el texto del pronunciamiento, a fin de que sea emitido este mismo miércoles por el pleno del Senado de la República.
En el documento aprobado se reconoce que México enfrenta problemas de seguridad en diversos territorios, así como también “reconocemos el gran problema de salud pública y comercio de armas que tienen los Estados Unidos de América”.
Señala que las propuestas de iniciativa hechas por dos congresistas republicanos para clasificar como terroristas a los carteles de la droga mexicanos, para así poder combatirlos en territorio nacional implicaría una invasión a nuestra soberanía nacional, y se alejaría de las soluciones diplomáticas y pacíficas que han caracterizado a la relación entre ambos países.
Entre otros puntos, se acordó incluir en el pronunciamiento un exhorto a los gobiernos de ambas naciones para replantear en la próxima celebración de los diálogos de alto nivel sobre seguridad, las metas acordadas bajo el entendimiento bicentenario para cooperar y aplicar la ley activamente.
Reducir la adicción a las drogas y los problemas relacionados, así como las causas subyacentes de la violencia, pero en un marco irrestricto del respeto a la soberanía de cada país y de los derechos humanos.
También se propone exhortar a los congresistas, gobernadores y funcionarios del vecino país del norte, de abstenerse de usar y beneficiarse de los problemas que ambas naciones padecemos políticamente, para su beneficio de grupo electoral.