Son superhéroes vestidos de naranja, azul o verde… Recorren varios kilómetros al día para eliminar al enemigo y siempre van bien armados con “una bruja” -escoba hecha con ramas-, palas, ganchos, barcinas o bolsas enormes para atrapar al enemigo.
Hablamos de las personas barrenderas, ellas y ellos quienes mantienen limpias las calles y avenidas de nuestro país, y a quienes se les conmemora en México cada 8 de agosto.
La labor de estos héroes resulta esencial en una nación en la que, de acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se generan poco más de 42 millones de toneladas de residuos sólidos al año.
Esto es equivalente a 175 veces el volumen de la Pirámide del Sol de Teotihuacán y 231 veces el estadio de futbol más grande del país.
En las calles de Ciudad de México, Once Noticias Digital platicó con Omar Molina, empleado de limpia con más de 25 años de experiencia.
Él forma parte de este equipo integrado por casi un millón de trabajadores que ejercen este oficio a nivel nacional.
“Es una chamba bien noble que no la cambiaría por nada, principalmente con la comunidad aquí con los vecinos el trato con ellos, creo que me conocen más que en mi casa”, comenta mientras sonríe.
Omar comenta que este oficio le fue heredado por su suegro y lo desempeña debido a que enfrentó dificultades para acceder a la educación, en su natal municipio de Chimalhuacán, en el Estado de México.
“No había dinero para enviarme a la escuela, por eso mi suegro me ayudó a entrar aquí”.
Este oficio no está en exento de riesgos, pues pueden sufrir herida o incluso ser atropellados.
“Luego no te avisan, más que nada que van cosas de fierro o vidrio que te pueden cortar, e inclusive cuando fue la pandemia, había casos que ni te avisaban que era basura de enfermos de COVID”, dice el empleado de limpia quien a diario cruza dos estados.
Por ello, resulta importante separar la basura, colocar en un recipiente de cartón residuos como vidrios o fierros y avisar al trabajador sobre este riesgo.
De cualquier modo, esta labor es un orgullo para quien la ejerce, así lo asegura Pedro Juárez, barrendero en Santa Úrsula Coapa, en la alcaldía Coyoacán, quien con su “bruja”, sus palas conocidas como “marinas”, su carrito de barrido y a ritmo de cumbia hace más placentero su trabajo.
“Soy trabajador de limpia, gracias a mi señor padre que me inculcó este trabajo y es un orgullo ser trabajador de limpia”, comenta apresurado.
Sin apoyo gubernamental
Lo cierto es que comúnmente los gobiernos estatales no les otorgan equipo de trabajo, ya sea tapabocas o guantes, para evitar algún peligro al realizar sus funciones, y sus ingresos son aún precarios por ello realizan trabajos de reciclaje.
Esto motivó a que, en el caso de la capital, la Comisión de los Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCDMX), emitiera la Recomendación 07/2016 a las autoridades locales a fin de mejorar sus condiciones laborales, misma que no ha sido cubierta en su totalidad.