CAME monitorea emisiones contaminantes de vehículos en el Valle de México
La campaña “Pro vehículos limpios” busca crear políticas públicas que reduzcan las emisiones de contaminantes de los vehículos en el Valle de México.

Las emisiones de contaminantes de más de 18 mil vehículos han sido analizadas desde el 29 de abril pasado mediante sensores remotos, como parte de la campaña “Pro vehículos limpios” en el Valle de México, con el fin de crear políticas públicas a largo plazo que las reduzcan.
“Lo que nos interesa por la norma son el monóxido de carbono, dióxido de carbono, hidrocarburo y el óxido nítrico”, explicó la jefa de Fuentes Móviles del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), Becky Jiménez Gatica.
Asimismo, Jiménez Gatica expresó que la tecnología son detectores que emiten luz infrarroja y ultravioleta: “Con esto, lo que hace es que una vez que el vehículo pasa, está dirigido hacia el escape, está midiendo las emisiones”.
Esto es la campaña “Pro vehículos limpios”, a cargo de autoridades ambientales de Ciudad de México, el Estado de México y la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME).
La gran cualidad de esta tecnología es que recopila los datos en condiciones reales. Con la verificación vehicular, por ejemplo, al ser estática no se toman en cuenta variantes como el uso que se da al auto, la antigüedad, la temperatura en el ambiente y la velocidad.
“A partir de la información que se colecta con el sensor remoto, tú puedes hacer estadísticamente un cribado por año-segmento del vehículo, tipo de vehículo, tamaño del vehículo, uso del vehículo, para poder afinar tus políticas ambientales”, detalló el director de calidad de Aire de Ciudad de México, Gabriel Pérez Zaguilan.
“Provehículos limpios 2025″ hará mediciones con esta unidad móvil, en 16 puntos de la región. Sus trabajos comenzaron el 29 de abril y concluirán el 8 de junio. Cada día se pueden evaluar de 2 mil 500 a 5 mil autos.
Su información será nodal para actualizar programas como el “Hoy no circula” y el de contingencias ambientales.
“Un vehículo de uso intensivo como pudiera ser un vehículo de aplicación o un vehículo, un taxi, recorren muchos más kilómetros que un vehículo particular que puede tener cualquier ciudadano, y en consecuencia implicaría que hay que analizar cómo se comportan sus emisiones para ver si hay que hacer alguna excepción, alguna aseveración o alguna precisión para esos casos”, finalizó Pérez Zaguilan.