Las abejas son uno de los mayores polinizadores del planeta y la polinización es esencial, porque contribuyen a la seguridad alimentaria del mundo, proporcionan alimentos de alta calidad (como miel, jalea real y polen) y otros productos como cera o propóleo, y la apicultura.
“Sustenta la producción de más del 75% de los cultivos mundiales, como frutas, verduras, frutos secos y semillas”, expuso la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Y aunque son tan importantes, las poblaciones de abejas están disminuyendo a nivel mundial como consecuencia de la pérdida de hábitat, las prácticas agrícolas intensivas, los cambios en los patrones climáticos y el uso excesivo de agroquímicos como los pesticidas, agrega el organismo internacional.
Por eso, hoy es una buena fecha para celebrar el Día de la Tierra, este 22 de abril.

“Si desaparecieran todas las abejas del mundo, los ecosistemas sufrirían graves consecuencias. Algunas plantas, como muchas orquídeas, son polinizadas exclusivamente por abejas específicas, y morirían sin intervención humana. Esto alteraría la composición de sus hábitats y afectaría a las redes tróficas de las que forman parte, lo que probablemente desencadenaría nuevas extinciones o disminuciones de los organismos dependientes”, se lee en la Enciclopedia Britannica.
Además, los arándanos y las cerezas, por ejemplo, dependen de las abejas para hasta el 90% de su polinización.
Es decir, la ausencia de las abejas afectaría la disponibilidad y diversidad de productos frescos y “la nutrición humana probablemente se resentiría”.
La FAO advierte que, de continuar la disminución de las poblaciones de abejas, algunos cultivos nutritivos como las frutas, los frutos secos y muchas hortalizas serían sustituidos por cultivos básicos como el arroz, el maíz y las patatas, lo que daría como resultado una dieta desequilibrada.