Él se quería mantener informado. Ésa fue la única razón por la que Alexander Cruz, originario del municipio de Salcoatitán, Sonsonate, en la llamada ruta de las Flores, en El Salvador, abrió su cuenta en Twitter.
Jamás se imaginó que tiempo después esa plataforma le serviría para impulsar su negocio, y más aún, mostrar su ejemplar llamado a colaborar para que pueda terminar sus estudios.
Como todo el mundo, El Salvador enfrenta los desafíos como la pandemia, y en el caso particular del país centroamericano, el de un gobierno con matices que lo han hecho resaltar desde que llegó Nayib Bukele. Frente a tal escenario, los retos se llegan a hacer más grandes:
Estudio la licenciatura en Mercadotecnia, en la Universidad Modular Abierta. Aquí, en El Salvador, el gobierno actual está dando un apoyo muy grande a la educación, pero lastimosamente no a la superior. Ésa no es pública. Por eso trabajaba como supervisor de meseros en un restaurante”, cuenta Alexander al manifestar que ganaba lo necesario para pagar sus estudios.
El caso del universitario se sumó a los 255 millones de puestos de trabajo que se perdieron gracias a la pandemia de COVID-19, misma que intentó truncar sus deseos de superarse, pero no ha podido.
En la cuenta de Twitter @AlexanderCruzSv, se puede leer el perfil de un joven orgulloso de pertenecer al país centroamericano que lo vio nacer hace 24 años. Desde el 1º de enero de 2020 tiene publicaciones que dejan clara su pasión como salvadoreño. A partir del 29 de junio fue otra la directriz de sus mensajes:
“Deseo trabajar para poder comprar una computadora y pagar mis estudios, ya que no cuento con equipo tecnológico y la computadora es muy indispensable para poder realizar las actividades de la universidad. Tengo experiencia en el área: cajero, supervisor, mesero, display”.
Así es como, de manera llamativa, Alexander empezó a obtener retuits y “Me gusta” en posteriores publicaciones.
Ese mismo 29 de junio volvió a hacer un llamado urgente: “cuento con disponibilidad inmediata, agradecería que, si alguien sabe de alguna oportunidad laboral en el departamento de Sonsonate, que me lo haga saber. De igual forma en San Salvador, podría estar viajando para poder trabajar y así poder pagar mis estudios universitarios”.
Aunque asegura que a veces la gente que le ofrece ayuda no le contesta por mensaje privado, fue indudable que su popularidad en la red social aumentó.
Le pedí a un amigo que me prestara 20 dólares para comprar frutas. Así fue como empecé mi negocio que hoy ya cuenta con su propia marca y logotipo: “Wacha vos”, que para el estudiante significa “ver/wachar” “vos/tú”: “con eso estoy transmitiendo que el cliente vea lo que yo estoy haciendo y así pueda consumir mi producto”, apunta.
Con menos de una decena de tuits en su línea de tiempo, Alexander espera llegar cada vez a más personas para que consuman sus frutas.
“Hay un buen número de gente en esa plataforma. Por eso decidí buscar trabajo por ese medio, pero jamás me imaginé que mi tuit podría ser replicado miles de veces. Actualmente vivo con mi mamá, ella es ama de casa. Por eso tengo que sostener solo mis estudios. Deseo concluir mi carrera en Mercadotecnia. Sueño con tener mi propia empresa y así poder generar fuentes de empleo y apoyar a los jóvenes para que tengan un mejor futuro y que puedan seguir estudiando”, puntualiza Alexander, el universitario al que ni la pandemia y menos la lluvia –como publicó el 4 de julio pasado que le estaba impidiendo terminar con la venta del día–, podrán vencer.