Reportajes especiales

Antimonumentos, reflejo de crímenes de Estado en México

Los antimonumentos son espacios ganados para la memoria colectiva, para recordar los crímenes que se cometieron por el Estado contra la población mexicana.

El Paseo de la Reforma, en Ciudad de México, fue una avenida creada para ofrecerle una vista panorámica de la ciudad a la realeza mexicana a finales de 1800 que en ese momento habitaba en el Castillo de Chapultepec.

Hoy frente al Castillo inicia el recorrido de las tragedias y las injusticias que el Estado mexicano cometió contra su población.

El camino inicia de sur a norte y no por las fechas. El primer antimonumento es el de los 49 pequeños que murieron calcinados dentro de la Guardería ABC, el 5 de junio de 2009 en Hermosillo, Sonora.

Esta guardería estaba a cargo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuando un incendio en las bodegas de la Secretaría de Hacienda alcanzó la guardería vecina y 49 bebés perdieron la vida, durante el sexenio de Felipe Calderón.

La guardería es un ejemplo paradigmático de la situación de inseguridad, incumplimientos e irregularidades que prevalecían en prácticamente todas las guarderías subrogadas por el IMSS en el país”, se lee en la explicación de la CNDH sobre el caso.

El antimonumento está frente a las oficinas centrales del IMSS y fue colocado el 5 de junio de 2017.

Más adelante siguen los monumentos de la Diana Cazadora y luego el popular Ángel de la Independencia. 

Frente a la Embajada de Estados Unidos en México, sobre la misma avenida, está el antimonumento a los 72 migrantes, en su mayoría centroamericanos, que fueron asesinados en San Fernando Tamaulipas y fueron localizados el 22 de agosto de 2010 en fosas clandestinas.

En este crimen se vieron involucradas las fuerzas policiales y ministeriales, pero hasta el momento no existe ninguna persona vinculada por ese crimen durante el gobierno calderonista.

“En particular, es un testimonio que evidencia el modusoperandi de la policía que presuntamente secuestró a las víctimas y las entregó al grupo criminal. Además, agentes de la policía municipal no persiguieron a los criminales y los mantuvieron lejos de ser capturados. Hasta la fecha no se tiene conocimiento de sentencias por el caso de fosas clandestinas de San Fernando”, declaró.

El antimonumeto se colocó el 22 agosto de 2020 y se le agregó un signo de más (+) para recordar que son miles los migrantes desaparecidos y víctimas de una política criminal.

El siguiente antimonumeto está frente al edificio de la Bolsa de Mexicana de Valores (BMV), está dedicado a los mineros que murieron el 19 de febrero de 2006 dentro de la mina Pasta de Cochos, en el municipio de Nueva Rosita, Coahuila, durante el mandato de Vicente Fox.

La mina colapsó y los operativos gubernamentales de rescate se suspendieron el 7 de abril de ese año a sabiendas que 65 trabajadores permanecían bajo los escombros.

A las familias les ofrecieron un certificado de defunción con la fecha del colapso. El antimonumento es un “65” enorme junto a un contenedor con cascos mineros y pedazos de carbón. Fue colocado el 17 de febrero de 2018.

A un par de kilómetros está el antimonumento con el número “43”, seguido del signo de más (+). Bajo esta estructura metálica está la leyenda “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

Este fue el primer antimonumeto que se colocó en Ciudad de México. Fue el 26 de abril de 2015 y refiere a la desaparición forzada de 43 estudiantes de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa, a manos de la policía municipal en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014, con Enrique Peña Nieto como presidente.

A siete años de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, persiste la impunidad y la falta de acceso a la justicia de las víctimas directas e indirectas. Sus madres y padres mantienen la presencia del dolor de no saber el paradero de sus hijos. El pueblo de México no puede condescender con la injusticia crónica y la ausencia de verdad”, pronunció la CNDH.

El último antimonumento está en el cruce de Reforma con Avenida Juárez. Es referente al “Halconazo” del 10 de julio de 1971, una masacre ordenada por el expresidente Luis Echeverría contra estudiantes que se movilizaron. Él fue uno de los únicos presidentes que han sido juzgados por el delito de genocidio ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos, sin embargo, en 2009, quedó exonerado de sus cargos.

El antimonumento es una “V” con la leyenda “La lucha sigue” y fue colocado este 10 de julio de 2021.

En la mayoría de estos crímenes de Estado, ningún mandatario Ejecutivo ha sido acusado y mucho menos enjuiciado por sus responsabilidades en estos delitos, la consulta ciudadana es uno de los primeros pasos para que la víctimas puedan acceder a la justicia que tanto ha dilatado el Gobierno mexicano.

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