Reportajes especiales

Cómo lidiar con estrés y ansiedad en época pandémica

Una de las mayores afectaciones por la emergencia sanitaria se da en la salud mental.

La salud mental ha sido una de las más impactadas bajo el contexto de la emergencia sanitaria de COVID-19, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha dicho que las enfermedades y trastornos de salud mental constituyen una epidemia silenciosa que ha afectado principalmente a regiones como América, desde antes de COVID-19.

Y es que la depresión y ansiedad son las principales causas de discapacidad en dicha región. Además, de que también tiene el segundo nivel más alto de consumo de alcohol a nivel mundial, por lo que la OPS ha advertido que las emergencias sanitarias pueden empeorar esas condiciones.

 

“Siempre fui sana”

El caso de Daniela Robles Cortés, quien es licenciada en administración de empresas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y mamá, es un ejemplo de cómo el estrés modificó su vida.

“Yo jamás en mi vida me había sentido estresada, siempre fui sana. Sí, escuchaba a la gente decir que se estresaban y no entendía bien a bien qué era lo que sentían; es más, yo casi no iba al médico, con eso te digo todo”, reflexiona en entrevista con Once Noticias.

Añade que cuando comenzó la pandemia tuvo que hacer home office.

“Ahí comenzaron mis ataques de estrés, literal, porque yo no estaba sola en casa, estaba con mi marido y mis hijos. Entre mi esposo y yo atendíamos a mis hijos y sus clases en línea; pero imagínate tener que hacer malabares para hacer todo en casa. Además de estresarme, comencé a deprimirme”, asegura.

Y es que el encierro para Daniela no era la opción correcta, porque debía lidiar con los cuidados y el trabajo del hogar, más la responsabilidad de su labor. No tenía tregua ni descanso, pese al apoyo de su pareja.

“Más tarde me contagié de COVID, entonces, hay que sumar que no podía estar cerca de mi familia; como pude seguí trabajando, pero cuando me recuperé me quedó ese estrés y ansiedad de los que a la fecha no he podido prescindir, pero sí acudí a pedir ayuda, afortunadamente tengo un primo médico y me ha apoyado”.

 

Estrés, una respuesta adaptativa

Según Almudena Gómez Guerra, psiquiatra y psicóloga, el estrés es una respuesta natural del ser humano ante lo que podrían considerarse amenazas o desafíos.

“Es una reacción en situaciones de miedo, tensión o peligro, tan comunes en la sociedad moderna. Forma parte de la vida de toda persona, pero si su presencia es excesiva puede ser dañino para la mente y el cuerpo, entonces las alarmas se encienden para pedir ayuda”, apunta la especialista.

La doctora explica que este tipo de reacción se da como respuesta a las adaptaciones que la misma vida nos exige como humanos; por  tanto, experimentamos estrés en cualquier momento de nuestra cotidianeidad.

“Nuestra vida y entorno están en constante cambio, nos exigen continuas adaptaciones; por tanto, el estrés que es algo así como la activación de nuestras emociones y acciones; se trata de un proceso de interacción entre los eventos del entorno y nuestras respuestas cognitivas, emocionales y físicas”, detalla Gómez Guerra.

 

Cómo actuar

No obstante, la especialista recalca que si ese estrés o preocupación incontrolada se prolonga o intensifica, la salud, el desempeño académico o profesional, las relaciones personales se pueden ver seriamente perjudicadas.

“Por eso es muy importante reconocer el momento en que aumentan los niveles de tensión e identificar ante que situaciones o factores que rigen en nuestra vida nos está llevando a esos niveles que, repito, pueden dañar nuestra salud y perjudicar a nuestro entorno, porque queramos o no, nuestra familia también se estresa con un enfermo en casa”.

La experta en salud mental comparte que hace más 30 años todos los pronósticos apuntaban a que los problemas de salud más importantes en el siglo XXI serían el estrés y la obesidad.

“En ese entonces, aunque sí hubo quien dio crédito a esto, no se le dio la importancia necesaria. ¿Qué vemos hoy en día? Estos dos males actúan y van ganando terreno convirtiéndose en serios problemas para nuestra salud. Nadie contaba con que COVID-19  también haría su aparición y haría del estrés un tema prioritario”.

Dentro de las recomendaciones que la especialista destaca son:

• Acudir con un médico para ser diagnosticado con cuadro de ansiedad, estrés o depresión.
• Buscar la forma de hacer ejercicios de relajación.
• Ejercitarse.
• Comer alimentos saludables y con regularidad.
• Mantener la misma rutina de sueño y asegurarse de dormir lo suficiente.
• Evitar consumir cafeína en exceso, como refrescos o café.
• Tener una amplia comunicación con familiares y amigos, para que ellos nos ayuden a sobrellevar el problema.
• Leer o hacer actividades que hagan sentir bien a una persona.

 

IMSS brindó apoyo psicológico durante la pandemia 

Ante tal panorama, un reporte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2021, indicaba que, ante el aumento de casos de derechohabientes con trastornos de ansiedad y estrés a causa de la pandemia por COVID-19, brindó atención integral en salud mental a través de sus servicios de psicología y psiquiatría.

En ese reporte, Martha Alicia López Jaime, subdirectora del Hospital de Psiquiatría con Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 10, resaltaba que sí era, y es, posible alcanzar un equilibrio entre la parte emocional, física y social, con el apoyo de los especialistas de ese instituto.

Con ello confirmaba que, en la emergencia sanitaria, en la que llevamos casi tres años, los trastornos mentales que más se han estado presentado son:

  • ansiedad (en particular de tipo generalizada, es decir, que la persona está preocupada todo el tiempo)
  • trastorno de pánico
  • fobias sociales

Por lo tanto, López Jaime aconsejaba que, si la persona o sus familiares notaban una o varias de estas conductas, lo más conveniente era acudir con el médico familiar, a fin de ser valorado y referido a la consulta psicológica o psiquiátrica.

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