Reportajes especiales

En Contexto | Eliminar el castigo corporal a los infantes: ONU

En nuestro país, siete de cada 10 hogares educan a los niños con violencia.

Para contrarrestar esta costumbre, la ONU recomendó regular el castigo corporal como método de crianza.

Según la última Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres en México, en el 53% de los hogares se ejerce agresión psicológica, en el 44% psicológica y física, y en el 6% castigos severos.

Es decir, sólo el 31% de los hogares educa a los infantes de uno a 14 años sin ningún tipo de violencia.

La mayoría de estas familias es de clase media.

En cuanto al género, los niños sufren más castigos físicos severos que las niñas, y la zona centro del país es la más violenta con los pequeños.

Como respuesta a este alto nivel de agresión, y para fortalecer la protección de niñas, niños y adolescentes contra la violencia en nuestro país, la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos en México, principal entidad de las Naciones Unidas en derechos humanos, envió unas recomendaciones al gobierno de México.

A través de un comunicado sugirió prohibir “los castigos corporales y humillantes en todos los entornos, en el nivel federal y estatal, y derogar de los códigos civiles federales y estatales el derecho a corregir.

La declaración destaca que los actos violentos contra infantes y adolescentes suponen una violación de sus derechos humanos que sigue aceptándose y ejerciéndose en México: seis de cada diez menores de entre uno y 14 años han sufrido algún tipo de “disciplina violenta” en sus hogares, lo que provoca graves consecuencias en su desarrollo.

 

  • Consecuencias de la violencia en los infantes

Los primeros años de vida de los niños y las niñas son determinantes en su salud y desarrollo. Por ello, es fundamental asegurar que puedan crecer en un contexto donde sus necesidades físicas, sociales, emocionales y educativas sean satisfechas.

Sin embargo, cuando esos requerimientos no se cumplen, y, además, se les violenta, el escenario no es muy prometedor.

Según un estudio de la Unicef, las probabilidades de que los niños y adolescentes que padecieron castigos corporales rigurosos alcancen un desarrollo adecuado se reducen 2.4 veces, y si sufrieron algún tipo de “disciplina violenta” las posibilidades de que sean agresivos aumentan 1.6 veces.

Además, de acuerdo con un estudio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, los menores víctimas de constantes actos violentos en el seno familiar tienen más probabilidades de abandonar el hogar, caer en situaciones de extrema precariedad y vulnerabilidad, vivir en la calle y padecer mayor abuso y explotación.

Hay que agregar que una educación con agresión y humillación no sólo afecta al infante durante toda su vida, sino que a largo plazo la repite con sus propios hijos y seres a su alrededor, generando un círculo vicioso que perjudica a toda la sociedad.

 

  • Recomendaciones de la ONU

En las observaciones que realizó la ONU a México se indica que toda forma de violencia contra niñas, niños y adolescentes, incluido el castigo corporal, es injustificada y perjudicial, no sólo por el daño infligido, sino porque menoscaba sus derechos y desarrollo.

Más adelante se destaca la preocupación por la elevada incidencia de castigos corporales infligidos a niñas y niños, la violencia doméstica y de género, así como por la falta de acceso a la justicia.

Las agencias de la ONU que respaldan el comunicado reconocieron los esfuerzos y progresos de los legisladores mexicanos en materia de derechos de los menores. Por ello, subrayaron que, de aprobarse la prohibición del castigo corporal, la normatividad mexicana daría un importante paso en el cumplimiento de las normas de derechos humanos que establecen la Constitución Política Mexicana y los tratados.

En este sentido, la Oficina de la Alta Comisionada ofreció su apoyo a través de asesoría y cooperación técnica para contribuir con el análisis y la aprobación de las reformas para prohibir el castigo corporal y humillante.

El nivel de agresión y violencia en México puede empezar a disminuir desde los hogares.

La recomendación de la principal entidad de las Naciones Unidas en derechos humanos, invita a realizar una reflexión honesta y clara acerca de la enorme necesidad de replantear la manera de relacionarse con los más vulnerables.

A partir de ello se podrán generar opciones y acceder a herramientas que brinden mejores capacidades a las madres y los padres para realizar una crianza amorosa y libre de violencia.

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