Las niñas, niños y adolescentes en tránsito por nuestro país ahora tienen una oportunidad más para permanecer de manera segura en suelo mexicano, se trata del programa “familias de acogida”, un proyecto llevado a cabo por la Fundación Juconi.
Se trata de una iniciativa implementada en coordinación con el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF Nacional), la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños Adolescentes (PFPNNA) y la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados (Comar) que permite a los menores ser recibidos por una familia mexicana de una manera temporal en tanto son reintegrados a sus familias de origen o se decide su futuro legal.
Y es que durante mucho tiempo en México se ha priorizado el resguardo de los menores sin cuidados familiares en centros de asistencia social y ahora organizaciones como Juconi pretenden implementar la figura de acogimiento, una manera alternativa para que niñas, niños y adolescentes que han perdido cuidados de manera temporal o definitiva puedan contar con una protección familiar.
La institución, con 34 años de experiencia en el cuidado de infantes y adolescentes, reconoce que en nuestro país existen muchas instituciones de corte residencial que tienen personal capacitado e instalaciones diseñadas para brindar cuidados a los menores migrantes que ingresan a territorio mexicano y aun así no se les puede comparar con la calidad de cuidado, la calidad de afecto, de compañía y de desarrollo que podrían tener en un ambiente familiar.
Todo ello porque en este entorno se pueden formar vínculos afectivos, además de que podrían preocuparse directamente del desarrollo y las necesidades de este sector de la población.
Con ello lo que la organización persigue es que la calidez y afecto que proporciona una familia lo puedan compartir a los infantes no acompañados que se internan por suelo mexicano.
La organización sostiene que la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes permite la protección de estos menores en cualquier circunstancia de riesgo o de vulnerabilidad. Con ello, se suma a la labor realizada por el Sistema Nacional DIF y con la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes para lograr su resguardo de manera segura.
Protocolos de seguridad
Juconi advierte que existen protocolos de seguridad para que un menor, que solicitó a los organismos nacionales como el DIF, mediante la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, sea integrado a una familia de acogida.
Para ello, las familias que reciben a los menores deben de contar con una certificación que es realizada por el Sistema Nacional DIF y la (PFPNNA), y en este proceso se evalúa y se certifica a cada familia para garantizar que los menores que sean protegidos mediante esta figura cuenten con un entorno seguro y sean provistos de los cuidados necesarios para que puedan gozar de todos sus derechos de manera plena.
La organización acompaña a cada familia en cada uno de los pasos, y para que puedan tomar una decisión informada sobre si involucrarse o no en el programa de acogimiento familiar.
Por medio de un díptico, en su sitio de internet, la agrupación señala que para volverse una familia de acogida el proceso consta de varias, etapas la primera de ellas tienen que ver con la verificación de un procedimiento que tiene una duración aproximada de seis a ocho semanas y se trata de una serie de preguntas, así como visitas domiciliarias para conocer más acerca de la posible familia de acogida, sus miembros y su forma de vida, además de un proceso de capacitación que toma entre seis y ocho semanas, mismo que se lleva a cabo en paralelo a la verificación.
De manera posterior, en el proceso de certificación se tendrán que entregar documentos como el acta de nacimiento, identificación oficial, comprobante de domicilio, carta de antecedentes no penales, exposición de motivos, cartas de recomendación, entre otros.
En esta dinámica un comité de expertos del Sistema DIF Nacional evalúa el expediente de cada aspirante a ser familia de acogida para asegurar que cumple con las características y la preparación idóneas. Este órgano sesiona periódicamente, por lo que el proceso de revisión y sesión puede tomar entre dos y cuatro semanas.
Después de revisar cada expediente, y si el comité así lo decide, entrega el Certificado de Idoneidad a las familias que considera pertinentes, a fin de llegar al procedimiento de asignación; una vez que cuentan con la certificación, se identifica a la niña, niño o adolescente para cada perfil de familia.
Este es un proceso que realizan expertos para asegurar la mayor compatibilidad y se desarrolla mediante sesiones de convivencia entre la familia y el niño, niña o adolescente a fin de que se conozcan antes de iniciar el acogimiento, mismo que inicia tras el proceso de certificación.
Juconi afirma que acompañará a cada familia con sesiones semanales, mediante visitas domiciliarias o sesiones en línea de manera constante, en las que se hará acompañar de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.
Sin aportar cifras sobre los menores que han sido integrados a círculos familiares por razones de seguridad, Juconi advierte que lo importante es brindar a este sector de la población los cuidados necesarios, mediante un entorno familiar. Once Noticias intentó obtener estas cifras mediante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, sin embargo, informó que estos datos podrían ser proporcionados por el DIF Nacional; al cierre de este texto las cifras no fueron entregadas.