Un 14 de junio de 1982 culminó la Guerra de las Malvinas, hecho que marcó a la sociedad argentina en factores políticos, económicos y socialmente. La derrota dejó una profunda herida.
Según cifras oficiales del Ministerio de Defensa Argentino, durante los 74 días del conflicto armado murieron en combate 649 militares, prácticamente la mitad murió en el hundimiento del crucero General Belgrano.
“Se venía de años de una dictadura militar muy dura que reprimió a una buena parte de la población, aterrorizando mediante secuestros, tortura y desapariciones a opositores del régimen. Por lo que hubo una creciente conflictividad social que se reflejó en manifestaciones y huelgas”.
El país sudamericano vivió tiempos convulsos antes, durante y tras la guerra, pero ¿por qué la dictadura argentina decidió ocupar las Islas Malvinas? ¿Bajo qué lógica lo hicieron? ¿Qué implicaciones tuvo la guerra en la sociedad argentina?
Once Noticias conversó con Esteban Pontiero, doctor en historia de la Universidad de San Martín, quien clarificó el panorama político y social de aquella época convulsa para los argentinos.
“Se venía de años de una dictadura militar muy dura que reprimió a una buena parte de la población, aterrorizando mediante secuestros, tortura y desapariciones a opositores del régimen. Por lo que hubo una creciente conflictividad social que se reflejó en manifestaciones y huelgas”.
Esteban comentó que el gobierno argentino buscaba llevar la economía del país a terrenos del liberalismo económico, situación que produjo resultados negativos a lo largo de los años.
“En los inicios de 1982 había un descontento social debido al deterioro de las condiciones de vida de la población, además de los reclamos de organismos de derechos humanos por la campaña de exterminio desarrollada por el ejército argentino”, indicó.
El catedrático explicó que la dictadura argentina buscaba revitalizar su régimen, por lo que Malvinas apareció como la causa nacional que iba a lograr unificar a la nación, inclusive a los sectores opositores. Es de esa forma que se decide ocupar las Islas Malvinas.
“Los altos mandos militares calcularon erróneamente que una vez ocupadas las islas por el ejército argentino, Gran Bretaña no respondería bélicamente, situación que le daría ventaja a Argentina para negociar diplomáticamente un proceso de transferencia del poder y la soberanía de las islas”.
Además, comentó, que la dictadura contempló la neutralidad de Estados Unidos ante el conflicto, por lo que pensaron que Gran Bretaña se quedaría aislada en el concierto internacional en caso de reacción bélica. La apuesta no le salió al gobierno argentino.
“Yo podría calificar de desastrosa y con otros adjetivos similares a la plantación de la ocupación de las Malvinas. Tras una evaluación militar hecha después de la derrota, se hicieron conclusiones muy duras respecto a los errores que se cometieron en la guerra”, precisa Esteban Pontiero.
El investigador argentino comentó que los mayores errores del ejército argentino fueron desde la planificación y cálculo diplomático, hasta errores por coordinación militar entre la armada, el ejército y las fuerzas aéreas. Imperó el caos en los altos mandos y así se reflejó en todos los rangos.
Eso no quiere decir que todo lo hecho del lado argentino fue negativo, hubo unidades que se desempeñaron bien como la artillería, la fuerza aérea y las unidades especiales del Ejército argentino dieron buenos resultados a pesar del resultado y las limitaciones.
“Eran evidentes las carencias de armamento y equipamiento, además de la falta de preparación militar. Durante 20 años el Ejército argentino se preparó para una ‘guerra interna’ contra el ‘enemigo interno’, pero no para una guerra convencional contra una potencia imperialista”, subrayó el historiador.
Recalcó que parte del ejército argentino era conformado por soldados conscriptos, es decir, jóvenes entre 18 y 25 años egresados de la escuela media, que hacían un año de servicio militar obligatorio, no eran militares profesionales.
¿Qué impactó tuvo la derrota en la sociedad argentina?
“El impacto fue gigante, se recibió con gran desazón, rabia y tristeza, el humor social había cambiado ante la guerra, el descontento cambió por apoyo total. Una parte enorme de la población dio su apoyo y se convirtió en una causa nacional”.
Esteban agregó que la derrota le cayó como un balde agua fría a la población argentina, debido a que los medios de comunicación argentinos, en conexión con los militares, presentaron un panorama triunfalista a lo largo de la guerra.
“A partir de la posguerra se inicia un proceso de movilización social, hubo un punto de quiebre, un colapso del poder militar. Situación que hace resurgir expresiones artísticas de la sociedad civil, manifestaciones sindicales, políticas y estudiantiles. Distintos sectores vuelven a la luz luego de años de represión”, dijo Esteban Pontiero.
Es ante esta situación que se hacen notar reclamos sociales, que antes de la guerra era complicado que se vieran. Son tiempos de movilización social y protestas de trabajadores, dirigentes políticos y organizaciones de derechos humanos ante la profunda crisis del poder militar.
“La junta militar prácticamente se disuelve porque la armada y la fuerza área se retiran y dejan al Ejército sólo hasta agosto, que es cuando se reconstituyen para realizar negociación permanente con políticos, en vistas de un proceso de transición a la democracia, que llega en 1983 con la llegada de Raúl Alfonsín como presidente”, recuerda
¿Cómo se percibe la Guerra de las Malvinas en la actualidad?
El académico Esteban Pontiero sostuvo que al día de hoy, Malvinas continúa siendo una causa nacional, es un reclamo, una causa que precedió, tomó y excedió a la dictadura. Continúa siendo un reclamo diplomático de Argentina en foros internacionales
“Es una gran parte de lo que rodea a la identidad nacional argentina, existe una tensión al recordarlas, porque la guerra está ligada a la dictadura, pero está asociada también al apoyo nacional masivo a las Malvinas, es una mezcla extraña y compleja que sigue generando tensión en la actualidad”.
Ejemplificando lo dicho, explicó que se le reconoce a los soldados conscriptos por su desempeño en la guerra, lo complicado es que gran parte de los soldados profesionales han sido identificados como partícipes de la represión ilegal del terrorismo de Estado.
Argentina, “de punta a punta”, indica el doctor Pontiero, está llena de murales, monumentos, stickers, banderas, signos y símbolos de las Malvinas. Desde películas, música y hasta en el deporte.
El historiador argentino recalcó que la gente lo tiene claro, separa ambas causas, el reclamo por Malvinas, la causa, la justicia y la legitimidad por un lado, por el otro rechaza y condena los crímenes de la dictadura, situación que se puede observar en algunas asociaciones de ex combatientes.
“Existe la posibilidad de pensar sobre Malvinas, reflexionar reinvidircarlas sin estar asociado a una memoria de derecha, es decir, una memoria militarista asociada con la dictadura militar. Creo que se puede pensar como un reclamo al Estado argentino que trasciende gobiernos, ideologías, es una causa popular”, finalizó el docente.