Sentada, bajo los rayos inclementes del sol, doña María de los Ángeles Zárate, habitante de Ciudad de México, espera en la terminal del metro Ciudad Universitaria el arribo del autobús que habrá de llevarla hacia la alcaldía Iztapalapa.
Para ella un aumento de 3 pesos en la tarifa del transporte le perjudicaría, porque a diario no solo paga su pasaje, sino el de sus hijos o sus nietos.
“En si me gasto doscientos pesos (a la semana), entonces aquí el recurso de los salarios no alcanza, a pesar de que el compañero y a veces uno de los hijos aportan, realmente no alcanza”, comenta la señora María a Once Noticias.
Por ello, llamó a los concesionarios que pugnan por un incremento a tener consideración de la ciudadanía, porque aparte de los pasajes “hay que comprar el jitomate, luego ya ve cuantos años pasan para que nos puedan subir algunos pesos”, asevera.
Con sombrero y también desesperado porque el camión no llega, don Abraham Linares, de 61 años, comenta que la exigencia del gremio transportista puede ser justa, pero también, dijo, resulta necesario que ellos contemplen las carencias de los usuarios.
“Yo pensaría que nos dieran otra prorroga -en el aumento- porque honestamente nuestros salarios son muy limitados, están cortos en nuestras necesidades, tenemos derecho a un buen servicio, nosotros estamos enterados de las carencias de ellos”, afirmó.
Y es que los usuarios consideran que si se llegara a aprobar la propuesta de los transportistas sería injusto, ya que la gasolina, en términos reales, no ha aumentado; sin embargo, a pesar de la oposición llamaron a pedir un incremento menor.
“Me gasto 150 pesos a la semana en pasajes y la circunstancia en la que estamos no nos conviene, el servicio no es tan bueno en algunas partes, hay unidades que no están en condiciones adecuadas y los choferes nos traen como canicas en caja, a veces hay un mal trato”, dice doña Dalia Jiménez.
Transportistas piden subir tres pesos la tarifa
Desde la vagoneta que conduce Josué Delfino, chofer de la Ruta 29, que corre de Ciudad Universitaria a la Preparatoria número 5 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), resalta que se ha vuelto costoso manejar su vehículo, pues hay que pagar el mantenimiento, lo que incluye refacciones, llantas, incluso, franelas, o almorol.
“El transporte en la Ciudad de México, es el más barato en la República Mexicana, vete tantito a Iztapalapa o al metro Pantitlán y a partir de ahí tú pasaje más barato yo creo son 13 pesos. Tiene como nueve o 10 años que no se ha aumentado la tarifa, si haces el balance yo creo que es bastante adecuado y bueno que ahora quieran subir tres pesos”, señala.
Delfino, quien recibe en mano el pago de cinco pesos de los usuarios, sostiene que el incremento es necesario para contar con ingresos suficientes para mantener las unidades funcionando.
Lo dicho por el operador es apoyado por Nicolás Vázquez, dirigente de la Fuerza Amplia de Transportistas (FAT), quien reconoció, ante Once Noticias Digital, que sus compañeros operadores se han convertido por necesidad en mecánicos, pintores y electricistas, para reparar las fallas de las unidades y no afectar sus ingresos.
Vázquez, sostiene que la exigencia no es una necedad, sino una necesidad, pues incluso los bonos de cuatro mil 240 pesos entregados por el Gobierno capitalino a los concesionarios, para el pago de gasolina, resultan insuficientes, ya que con ello solo se consigue liquidar cuatro o cinco días el carburante.
Además, el líder reveló que la FAT puede comprobar con notas en mano y con datos gubernamentales aumentos en gas, diésel o gasolina e incluso en los costos por la licencia de los operadores, pues en los últimos 14 años ha subido 207% todo esto, dijo, justificaría esta alza.
“Hemos manifestado que la diferencia en el precio del diésel entre el año 2008 y el año 2022 es de 387%, de acuerdo los costos que maneja el récord histórico de la Comisión Reguladora de Energía y las facturas y notas que nosotros tenemos, la gasolina ha tenido un incremento en esos mismos años de 299%”, asevero.
Los argumentos vertidos por la organización, en 53 mesas de trabajo con el Gobierno de la Ciudad, son desconocidos por los ciudadanos, quienes con enojo y sorpresa se han mostrado inconformes con este posible aumento, porque se disminuirían sus gastos en alimentos o emergencias.
No obstante Nicolás Vázquez, dirigente del FAT, les dice a los capitalinos:
“Todo está subiendo. No solamente somos transportistas, también somos ciudadanos, también tenemos familia y nos pega en los dos lados, nos pega porque necesitamos para las casas y se necesita para mantener las unidades […] Si aspiran a que tengamos un mejor servicio de transporte en la Ciudad, la única forma es pagando los costos que tiene”.
Esta agrupación, que reúne a unos 18 mil afiliados, realizará una movilización el próximo jueves 7 de abril en varios puntos de la ciudad, ese día solicitarán una mesa de trabajo con la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.