Reportajes especiales

Preocupa a especialistas la baja de porcentajes de lactancia en México

Señalan que la lactancia materna no sólo es responsabilidad individual, sino también social y preocupa el aumento de consumo de productos sucedáneos.

Los porcentajes sobre lactancia en México han bajado. De acuerdo a la agencia internacional WBTi, en un Ranking Global sobre prácticas de lactancia materna que enlista a 98 países, nuestro país ocupó el lugar 78 y a nivel regional el lugar 16.

En ese tenor, UNICEF también señala que en América Latina sólo Perú tiene altos indices de lactancia materna. México tiene entre 20% y 50% de bebés que han recibido leche materna durante los primeros seis meses de vida.

Estos datos han mostrado que los índices sobre lactancia materna en nuestro país se encuentra por abajo en comparación a nivel mundial. La región con mayor probabilidad de que sus infantes sean amamantados es el sur de Asia con 57%. En México, el promedio es de 44%.

Estos datos fueron presentados por el Estudio de Salud de las Maestras (ESMaestras), que realiza estudios de seguimientos de la salud de maestras, cohorte del Centro de Investigación en Salud Poblacional del  Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). 

Laura Quezada, integrante del equipo ESMaestras, señaló que desde hace años la investigación  entorno a la lactancia materna ha aumentado porque han bajado los indices de lactancia, algo que preocupa a científicos y especialistas de la salud, dado que esta práctica es de gran importancia para la salud física y mental, por lo que enfatizó que la sociedad en general debe aportar en promover esta práctica y disminuir la discriminación hacia las mujeres que amamantan.

Algunas datos que dan pie al análisis

Nidya K. Balderas Arteaga, investigadora del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINyS del INSP), expuso en presentación virtual que existen diversas determinantes para que la lactancia sea una práctica que ha disminuido en el país, entre los que resaltan las económicas, sociales, conflicto de interés, interpersonales y organizacionales.

De acuerdo a datos comparativos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) presentados en 2012 y 2018, la disminución de probabilidades de mujeres que amamantan, si bien ha aumentado, la probabilidad  de mujeres que amamanten hasta 24 meses es menor, tal como expuso la investigadora.

Dijo que la lactancia materna exclusiva (considerada los primeros 6 meses de vida) se encuentra en un promedio de 28.6% a nivel nacional. El inicio temprano de lactancia está en 47.7%, la lactancia predominante (lactancia materna y fórmula) en 40.2%.

La lactancia materna continuada al año, en zona rural, es de 52.4% y en zonas urbanas 45.3%, por lo que la diferencia no es lejana. Por otro lado, la lactancia materna hasta 2 años es menor con un porcentaje de 28.4%. 

“La leche materna tiene muchos beneficios. Es un tejido, […] ajustada a la vida del menor. Es el alimento ideal para niños menores de 6 meses y aporta beneficios incluso después de los seis meses. Tiene beneficios emocionales, propiedades inmunológicas, nutricionales y no se encuentra en ningún tipo sucedáneo de lecha materna”, relató Nidya Balderas.

La investigadora destacó que la leche materna tiene ingredientes como agua, proteínas, carbohidratos, minerales, enzimas que nunca serán igualadas por la fórmula “no es posible, pues no tiene los agentes inmunológicos que protegen al niño/a de enfermedades”, expresó.

En la salud de las madres provee efectos positivos. Algunos de ellos es que hay menor riesgo de desarrollar cáncer de ovarios, menor depresión post parto y, tal como dijo la especialista, entre mayor sea la lactancia menor será el riesgo de padecer cáncer de mama, además representa un ahorro para la economía familiar.

¿Cuáles son los determinantes que afectan a la lactancia materna?

Entre los determinantes sobresalen las interpersonales que se relacionan con los contextos familiares. Nidya Balderas al respecto compartió que las familias se convierten en familias lactantes, por lo que hay también una responsabilidad para promover el apoyo a las mujeres que lactan.

Otros determinantes organizacionales son los contextos en los trabajos que no suelen apoyar a las mujeres que lactan, lo que impacta en cortar ese ciclo.

En este evento también se resaltaron los determinantes sociales y los factores que se asociación a prejucios de clase: la lactancia se asocia con falta de recursos económicos al no poder comprar fórmulas, “es vista como parte de un estatus económico bajo”.

Del interés comercial a una política sobre lactancia materna

En un panorama legislativo existen leyes que reconocen la importancia de la lactancia materna, por ejemplo, en el artículo 123, apartado A, fracción V de la Constitución Mexicana señala que durante el periodo de lactancia las mujeres tendrán dos descansos extraordinarios por día, de media hora cada uno, para alimentar a sus hijos/as.

La Ley Federal del Trabajo también protege la lactancia materna en los artículos 166, 167 y 170, que señalan que durante la etapa de lactancia, por un periodo hasta de seis meses, las mujeres tienen derecho a dos reposos por día de media hora cada uno, para alimentar al bebé, y que la empresa debe designar un lugar con condiciones de higiene adecuada para llevarla a cabo.

También hay diversas normas como la PROY-NOM-050-SSA2-2018, para fomentar, proteger y apoyar la lactancia materna.  Así también ha firmado y ratificado diversos convenio internacionales como la “Convención de Belén do Pará” y el Convenio 183 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la Protección de la Maternidad, sólo por mencionar algunos.

La Ley General de las Niñas, Niños y Adolescentes, en el Artículo 50, reconoce que  niñas y niños tienen derecho a disfrutar del más alto nivel de salud y en su fracción VII, dice que se debe promover la lactancia materna exclusiva dentro de los primeros seis meses y complementaria hasta los dos años.

Una cuestión que preocupa a las especialistas es que en los últimos años –y que va de la mano con las leyes que protegen la lactancia– es que han aumentado los sucedáneos de leche materna y su consumo. Empresas como Mead Jonhson y Nestlé dominan el mercado en puntos de venta y son las principales distribuidoras de muestras y regalos de sucedáneos de leche materna, tal como externó la investigadora Balderas. 

Además dijo que el INSP ha impulsado una lucha para que las fórmulas también tengan etiquetado claro que señale de forma explícita que contienen altos índices de azúcares.

La especialista en nutrición dijo que promover la lactancia materna es tarea social, que también incluye a medios de comunicación: en una encuesta que se realizó a mujeres que consumen fórmulas, 79.8% dijo que vio promociones de productos lácteos o biberones en medios de comunicación. En radio y TV, 50% hizo publicidad de sucedáneos, pese a que está prohibido en el Código internacional para la Comercialización de sucedáneos de leche materna –que aunque no busca prohibirlos, sí regular estos productos–.

Por otro lado, 45.2% de las recomendaciones para consumir fórmulas las hicieron médicos/as. Esto último preocupa dado que sobresalen los intereses de las marcas y los juicios profesionales se ven influenciados por ellas, pero son un obstáculo para lograr promover la lactancia materna. “Las marcas están interesadas en aumentar sus ventas”, lamentó.

El evento de ESMaestras se enmarcó en la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se lleva a cabo del 1 al 7 de agosto, como parte de la campaña impulsada por la Organización Mundial de la Salud  (OMS) y UNICEF.

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