La Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) entregó la presea Tony Gutiérrez a María Eugenia Jiménez Torres de Grupo Aeroméxico por su trayectoria, profesionalismo y contribución como mujer destacada en la industria de la aviación comercial en México.
Con esta presea, la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) busca reconocer el impacto y las contribuciones de las mujeres en la aviación comercial e impulsar la equidad en la industria.
Este año fue entregado a María Eugenia Jiménez Torres quien cuenta con 41 años de trayectoria y en donde ha tenido distintos cargos, entre los más destacados están: ser gerente de Sistemas Aeropuertos y Gestión; Optimización de Procesos de Slots y gerente de Servicio al Cliente en AICM. En la actualidad, es gerente de Servicios en Aeropuertos de Grupo Aeroméxico.
La encargada de entregar el reconocimiento fue Diana Olivares, presidenta de Canaero y directora de LATAM Airlines en México, quien afirmó que se estaba haciendo realidad aquello que fue un deseo.
“Y no sólo en la aviación comercial, sino también en la de carga o la militar, entre otras. Como mujeres debemos sentirnos orgullosas por incursionar en áreas donde hasta hace algunos años o décadas no éramos tomadas en cuenta”.
Olivares remarcó que, el objetivo es llegar al año 2025 con 25% de puestos directivos ocupados por mujeres en aviación comercial.
Once Noticias conversó con la ganadora para conocer su sentir, su vida personal y profesional, así como su opinión sobre el papel de las mujeres en esta área.
Enfretándose al machismo
“Es un reconocimiento que la verdad no me lo esperaba, tengo ‘algunas horas de vuelo’ y jamás esperé recibir un conocimiento a nivel nacional”, dice en entrevista María Eugenia Jiménez Torres.
Recalca que no es sólo ella quien recibe este galardón, sino todas las mujeres que se han aventurado a trabajar en un sector que por largo tiempo estuvo dirigido a hombres, dado que ellas estaban relagadas a puestos comerciales y administrativos.
“Para las mujeres estaba relegadas a algunas áreas como las administrativas o las comerciales. El haber recibido esta presea es como lograr algo que soñé hace muchos años y era que se le reconociera a la mujer dentro de una empresa de aviación como parte del desarrollo de esta industria”.
María Eugenia inició en Mexicana de Aviación y después formó parte de Aeroméxico, pero el camino no fue nada fácil, dado que se enfrentó, como muchas otras mujeres, al machismo desde el seno familiar, con su propio padre.
Al respecto cuenta que su padre tenía la idea de que las mujeres debían cumplir el mandato del casamiento y que los hombres debían ser los únicos proveedores del hogar.
“Fui de las mujeres que no pudo estudiar una carrera universitaria porque mi papá me decía que me tenía que casar, tener hijos y me tenían que mantener. Pero entré y hasta mi papá se enfermó de que estaba duro y dale de que me saliera”.
Para no empeorar la relación con su padre, dejó la universidad y a los seis meses su progenitor falleció. Al ser la mayor de tres hermanos y con necesidades económicas en casa, no pudo retornar a las aulas universitarias.
Aunque, tal como compartió al medio, su padre la envío a estudiar un año inglés a Londres, una oportunidad que aprovechó para defenserse en la vida. “Y quiero decirte que sí me casé, tuve una hija, pero jamás me han mantenido”, enfatizó.
Enfrentándose a robots
En el ámbito laboral, María Eugenia cuenta que en principio ella deseaba entrar al área operativa donde sólo había una mujer trabajando ahí, en el aeropuerto de Tampico.
“Yo tuve que entrar a un área comercial que era el call center en el departamento de reservaciones. Después de unos años pude entrar al departamento de capacitación de Mexicana, ahí formé parte del primer grupo de mujeres capacitando a hombres en aeropuerto”.
En 1993, tuvo la oportunidad de ser la primera instructora en Mexicana y preparar al primer grupo de mujeres, para entrar a trabajar a los aeropuertos de esa aerolínea.
Uno de los retos laborales que dejó marcada la memoria de María Eugenia fue haber llegado, dentro de Aeroméxico, al área de sistemas y alcanzar el puesto de Optimización de Procesos de Slots.
Al no contar con una carrera universitaria, jamás pensó llegar a un área de sistemas, no obstante, con base en sus conocimientos, experiencia y, gracias a que su empresa creyó en ella, llegó ahí.
“Mi equipo de ingenieros creó diferentes robots, si así se les puede llamar, o bien, aplicaciones que tienen que ver con la información que tenemos en nuestro sistema de aviación de abordaje, de operación de nuestros vuelos”.
Así se creó una aplicación que empezó a reportar y controlar los vuelos que salían y llegaban a Ciudad de México, convirtiéndose en un aeropuerto controlado por slots.
Un vuelo hacia el empoderamiento de las mujeres
La presea recibe el nombre de Tony Gutiérrez en honor a Antonia Gutiérrez, quien sería la primera mujer directora general en una aerolínea extranjera en México, en 2012, y la primera en ocupar el cargo por 43 años en American Airlines fuera de Estados Unidos. Gutiérrez falleció en julio de 2021, por lo que se decidió que este reconocimiento llevara su nombre.
La galadornada reflexionó que todavía hay mucho por hacer, para que las mujeres alcancen puestos relevantes y que sean reconocidas por sus aportaciones.
Al respecto dijo que ella espera que más mujeres sean visibilizadas y confiesa su admiración por Diana Olivares, la presidente de Canaero, y Ángelica Garza, quien forma parte del equipo directivo ejecutivo de Aeroméxico, porque son mujeres que han alcanzado puestos que antes estaban dirigidos sólo por hombres.
“No es que quiera quitar espacios a nuestros compañeros; se trata de ir a la par. Eso de que ‘detrás de un hombre, siempre hay una gran mujer’, no, más bien, ‘al lado de cada hombre, hay una gran mujer’, o al revés, nunca detrás”.
Precisa que la mujer de nuestros días, debe prepararse para enfrentar los retos actuales y trabajar para demostrar su fuerza y habilidades. Añadió que el empoderamiento no es un fenómeno actual, sino de años atrás y hay que reafirmarlo, para que las mujeres tengan mayores oportunidades en la aviación y en otros sectores.
“Yo tuve una abuela de principios de siglo completamente empoderada. La historia de mujeres de mi familia dice que todas han salido adelante solas, junto a mis abuelos, tíos o bisabuelos; espero que esta presea no sólo sea a nivel aviación comercial sino para todas las industrias de este país”, concluyó.