Reportajes especiales

Qatar: derechos humanos y su lugar en la Justa Mundialista

Dos expertos comparten su visión sobre la realidad que vive Qatar, en comparación con la imagen que se le ha dado en este evento deportivo.

Desde que comenzó la Justa Mundialista, mucho se ha hablado de Qatar. Según Human Rights Watch (HRW), en ese país hay graves abusos contra el trabajo de las personas migrantes y los derechos humanos. Sin embargo, para entender bien ese contexto hay que hurgar en su historia. 

Once Noticias conversó con dos académicos, quienes muestran un panorama sobre esta percepción que Qatar ha generado en el mundo y su realidad.

“Yo considero que hay una narrativa de doble rasero con respecto a Qatar”, dice Moisés Garduño, integrante del Programa Universitario de Estudios de Asia y África (PUEAA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en entrevista con Once Noticias.

El académico dice que Qatar ha sido un país que fue influenciado tanto por la ocupación otomana, que duró hasta inicios del Siglo XX, y particularmente por los acuerdos Sykes-Picot, firmados durante la Primera Guerra Mundial, los cuales oficializaron el control británico sobre la península arábica.

El acuerdo Sykes-Picot fue un pacto secreto entre Gran Bretaña y Francia, con el consentimiento de la Rusia aún presoviética, para el reparto de las posesiones del Imperio Otomano en Oriente Próximo, tras la Primera Guerra Mundial.

“Es decir, ha tenido una influencia de Europa muy marcada. Hasta los 70s bajo el protectorado británico, fue un país aislado de la política internacional; algunas tribus se dedicaban a recolectar algunas perlas y al comercio. Cuando se descubre el petróleo y la bolsa de gas más grande de la región que comparte con Irán el cambio se ve de manera acelerada”.

Añade que se empiezan a construir infraestructuras relacionadas con la explotación de los hidrocarburos. Y, a partir de los años 90, la construcción de otras ciudades cercanas en países como Emiratos Árabes Unidos o en Arabia Saudita hicieron que esta zona despegara en términos económicos.

Explotación laboral

Este tema se menciona constantemente. Y ahí, el profesor explica que el sistema Kafala, por medio del cual los cataríes construyeron estadios, grandes rascacielos, carreteras y demás infraestructura, es una herencia británica, por ser el mismo sistema que Gran Bretaña utilizó cuando colonizó India y la saqueó a partir de la Batalla de Plassey.

Pero, ¿qué es el sistema de Kafala? Llamado también ‘patrocinio’, es la relación entre los trabajadores extranjeros y su patrocinador local, o kafeel, que suele ser su empleador. Fue creado para asegurar una oferta abundante de mano de obra barata.

“Y que durante la influencia y ocupación de Qatar y de otros países del Golfo hereda esta estructura. Si consideramos esta herencia cultural, más las características patriarcales de las tribus que gobiernan Qatar que en este caso es la familia Al Thani, vamos a poder comprender un coctel poderoso de autoritarismo, clientelismo y la instrumentalización de la religión como forma de gobierno y como forma de movilización social”.

Violación a Derechos Humanos

El internacionalista considera que este punto no es propio de Catar: “las sociedades de Medio Oriente en estos momentos son representadas como arcaicas y estáticas, pero en realidad es el resultado de todo un proceso histórico donde occidente y en este caso Gran Bretaña tienen gran parte de responsabilidad”.

Y, haciendo alusión a la Justa Mundialista actual, cuestiona: ¿por qué cuando jugó Estados Unidos nadie habló de la Guerra en Irak? O, ¿por qué durante las olimpiadas de Atlanta, nadie habló de las persecuciones contra la población afrodescendiente en Estados Unidos o los grupos antiinmigrantes?

“Occidente señala unas cosas, pero calla otras; a eso me refiero con doble racero”.

 

Recalca que sí existe violación a los derechos humanos y “hay que condenarla”, pero señala que también la hay en México y Estados Unidos.  

“Por qué nadie habla de lo que pasa en Irán, las protestas en China, en Francia; de las huelgas en España o en Alemania, ese tipo de doble racero que me gustaría subrayar para crear una perspectiva más holística de lo que pasa”, destaca.

Y esto se da porque justo Qatar es el país más rico del mundo por ingreso per cápita. Tiene una población aproximada de casi 4 millones de personas, pero los ciudadanos cataríes son solamente 480 mil personas, es decir, los nacionales de Qatar son minoría en su país, porque poco más de tres millones, son de origen extranjero de países como Bangladesh, Paquistán y Filipinas.

“Son trabajadores de la industria del sector automotriz, de la mano de obra barata. Viven fuera de la ciudad, en pequeños guetos y son quienes mantienen los servicios que sostienen a la economía. Pero los ciudadanos en realidad tienen un ingreso per cápita en promedio de casi 90 mil dólares al año, el más grande del mundo; en México parece que anda como en 26 mil dólares”.

Población adinerada

Destaca que los cataríes son una sociedad considerada de las más ricas del mundo. Tienen las mejores reservas de gas, por debajo de Rusia y de Irán; asimismo, mantiene un tipo de gobierno autoritario y monárquico donde no hay posibilidades de participación política y hay libertad de prensa limitada.

“Pero no es como otros países de la región, hay esfuerzos por invertir; tiene el hospital más importante para el tratamiento de cáncer de todo el Medio Oriente; es un país que apoya mucho la cuestión Palestina (conflicto Israel-Palestina); ha sido una especie de sede para negociar, un intermediario en la región, desde la hermandad musulmana hasta los talibanes”, destaca. 

Reconoce que no sólo Qatar debe trabajar en derechos humanos, sino todo el mundo, en función de que esta violación sistemática se da en muchas partes y formas.

“La crítica en el ojo ajeno es más fácil para dejar de hablar de los propios problemas, que esto sirva para reflexionar sobre nuestro problemas y desafíos”.

Problema añejo

Por su parte, Pía Taracena Gout, quien tiene dos especializaciones en Sociedad y Gobierno de Estados Unidos, por la Universidad de California y la Migración Vasca a América Latina, por la Universidad de Deusto, explica la defensa de los derechos humanos, como parte de la cultura occidental derivada de la ilustración francesa.

“Eso no quiere decir que en todo Occidente se cumplan pero digamos que son ideales que están ahí. Hay países en Occidente como México que tienen muchos problemas para cumplir los derechos humanos”, especifica.

La internacionalista precisa que siempre ha habido un enfrentamiento, por así decirlo, civilizatorio, entre esos valores de Occidente que construyeron un orden internacional. Por ejemplo, Naciones Unidas tiene por objetivo una agenda muy liberal occidental, frente a ciertos países de Oriente que están marcados por su religión.

“En ese sentido son muy conservadores frente a que los valores como los derechos humanos son liberales. Hay que tener cuidado porque también en Occidente a los sectores conservadores no les gusta ese mundo de las libertades y los derechos”, explica Pía Taracena Gout.

Puntualiza que, la península arábiga se rige con la ley sharía que viene del Islam y, por ello, siempre ha habido una tensión con los valores occidentales. De este modo, Qatar, al ser miembros de Naciones Unidas, tiene que cumplir con ciertas normativas para el avance de estos valores en el mundo.

“Entonces, es un choque cultural de siempre. También en la península hay diferencias porque Arabia Saudita es mucho más conservador y fuerte con las leyes y hay lugares como un poco más abiertos como los Emiratos Árabes, incluso Qatar que tiene algunos grupos liberales, existe cierta sociedad organizada empujando por que las mujeres puedan tener trabajos”.

¿Qué pasa con la Justa Mundialista?

Debido a la controversia desatada por la Justa Mundialista, albergada en Qatar, la especialista dice que al aceptar este país tener en su territorio un evento de esta magnitud, se debe estar consciente de que el mundo entero los iba a observar.

Y es que estima que ambos casos se rigen por reglas y costumbres religiosas y familiares.

En ese sentido, considera algunos cambios, luego de las críticas hechas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a la forma en la que se contrata mano de obra barata de Pakistán, Nepal o la India y se mantiene a la gente en “cuartos horribles”, donde a veces no se les paga, se les retiene el pasaporte.

“Ahora sí pueden renunciar, pero antes les cobraban una multa; en el caso de sus mujeres, si bien presumen que éstas ocupan puestos de gobierno y hay igualdad en salarios, los sectores más conservadores de la sociedad, se rigen por las reglas familiares en donde la mujer debe tener un ‘protector’ para que la cuiden”.

Ese ‘protector’ al que se refiere Taracena Gout puede ser el padre, el hermano, el esposo, el tío que dan su permiso para asistir a la universidad y hasta para divorciarse.

La experta considera que ese panorama es un ejemplo para México, porque si bien nuestro país y sus leyes no son perfectas y es un país de Occidente donde sus comunidades indígenas son conservadores y se rigen por usos y costumbres, somos una sociedad regida por la libertad y los derechos.

“Hay una polémica sobre si el Mundial debió haber sido en Qatar. Yo creo que eso nos abrió la oportunidad de observar otras culturas incluso a los cataríes; el mundo se conoce mejor en ese sentido”, finaliza.

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