Ser trans en una sociedad machista y patriarcal, que continúa dictando los estereotipos sobre el género binario, es una de las cosas que ha enfrentado Gab Vázquez, cuya experiencia con su círculo cercano ha sido amorosa y de aceptación, no así con su familia que aún rechaza su elección de ser un hombre transgénero.
En conversación con Once Noticias, Gab Vázquez dijo que es muy importante tener en cuenta las diferencias de lo trans, ya que son tres cuestiones distintas: transgénero, transexual y trasvesti.
Yo soy transgénero, lo que significa que he transitado el género: nací como mujer pero me reconozco como hombre. Ha sido una experiencia que he disfrutado mucho, no ha sido tan complicado”, comentó.
Gab comentó a Once Noticias que fue en 2014 cuando descubrió y se apropió del concepto transgénero.
“Como transgénero no necesariamente tienes que modificar una parte de tu cuerpo, pero puedes asumirte en el género contrario. Yo lo asumí y lo tomé como mío. No fue tan difícil porque cuando lo hice mi entorno fue amoroso y en el trabajo en el que estaba había mucha apertura a los temas de la diversidad, para florecer y salir completamente del clóset. Ese año fue el parteaguas. Es la parte bonita porque me siento completo y libre de ser quién soy ahora”, dijo Gab.
El realizador visual, de 29 años, señaló que fuera de su círculo familiar ha sido cobijado; en contraste, su familia no acepta su decisión.
“Es obvio quién soy, pero mi familia no saca el tema, tal vez por miedo al rechazo. He sido afortunado en el sentido que mi familia me adora y me quieren mucho, pero está muy arraigado el machismo y a veces hacen comentarios muy dolorosos. Yo no he tenido el valor de enfrentarlos. Pesa y duele ese respaldo de las personas que son tu familia”, declaró.
Pese a disfrutar su elección, no ha sido un camino libre de obstáculos. Uno de los mayores a los que se ha enfrentado es a los estereotipos sociales que dictan, bajo una óptica machista y patriarcal, sobre lo que es ser hombre o mujer.
“Hay comentarios que dicen ‘eres muy dramático para ser niño’. Nos quieren encasillar y estereotipar, nos dicen que los hombres no lloran, porque hay un imaginario colectivo que es machista y patriarcal. Al principio buscas esa validación del género. Se piensa que los hombres son rudos y se comportan rudos para demostrar que son verdaderos hombres. En mi caso no ha sido así. Algo muy bonito es tener la posibilidad de jugar con esa dualidad que me dan ambos géneros”, dijo.
Ha batallado con algunas personas que hacen preguntas incómodas e innecesarias sobre los procesos hormonales e intervenciones quirúrgicas, para hacer ‘coordinar’ su cuerpo con su identidad.
Creen que si te reconoces hombre trans, te tienes que hormonar para que te crezca la barba, pero no va por ahí. De lo que se trata es de lo que buscas en tu interior para sentirte bien. Va más allá de los estereotipos, es más un autodescubrimiento”, relató.
En México, la población trans es una de las más golpeadas por la violencia y por la criminalización que prevalece hacia dicha población, que responde a constructos culturales y sociales que continúan dictando los imaginarios del género binario y se forjan estereotipos que se alimentan de lo que significa ser mujer u hombre.
Gab comentó en tono esperanzador que desea con gran ímpetu que ya no exista el Pride. Dijo que espera que algún día las personas ya no tengan que marchar para exigir lo elemental, “que no tengamos que salir del clóset y vivir con miedo. Deseo que podamos ser libres, que la sociedad entienda que somos personas. Lo deseo de corazón, porque sólo somos personas con gustos diferentes. Tenemos derecho de expresarnos, de vivirnos, de sentirnos libres tal y como somos” concluyó.