La Semana Santa o también llamada Semana Mayor está rodeada de una serie de usos y costumbres impulsadas desde la Iglesia Católica; sin embargo, hay detalles que varios católicos y quienes no lo son, desconocen. Para comenzar, no se trata de una ‘celebración’ ni ‘festejo’, sino de una ‘conmemoración’.
Por otro lado, seguramente habrás notado que, en el calendario, siempre aparecen marcados únicamente el Jueves y Viernes Santo, no así toda la semana. También que, esta Semana Mayor, no siempre cae en los mismos días ni en el mismo mes.
Semana relevante
Para los católicos, la Semana Santa es la conmemoración más importante del calendario litúrgico porque se recuerda la resurrección de Jesús. De hecho, durante los tres primeros siglos de fe católica, era la única ‘fiesta’ que se recordaba.
El origen de la fecha se debe a que la muerte de Cristo ocurrió cerca de la Pascua judía. Los Evangelios se refieren a esta conmemoración en el pasaje bíblico de la Última Cena, cuando Jesús se reúne con sus discípulos para ‘celebrar’ la fiesta en la que los judíos recordaban su salida de Egipto.
Para ahondar en estos detalles y conocer más de su origen, Once Noticias conversó con Elio Masferrer, antropólogo de las religiones y etnohistoriador, quien explicó que este periodo religioso comenzó, efectivamente, desde el pasado domingo.
“La Semana Santa arranca desde el Domingo de Ramos, termina el Domingo de Resurrección y hay actividades rituales contemplados todos los días (prácticamente ocho días)”, explica en entrevista.
Ese domingo inicia la conmemoración de la llegada de Jesús a Jerusalén, donde los fieles lo recibieron con fervor y alegría. Se le llama Domingo de Ramos porque es común asistir a las iglesias portando palmas o ramas de olivo, que simbolizan la fe renovada y que, al siguiente año, se deben quemar para usarse el Miércoles de Ceniza.
Nunca en los mismos días
Otro punto destacable de esta semana, es la variación de las fechas; es decir, la Semana Santa puede conmemorarse en marzo o abril, ¿a qué se debe la variación?
“En realidad, es una ‘fiesta’ movible, la tercera luna llena, después del solsticio de invierno o de verano; entonces, siempre va a haber luna llena porque está calculado así. El calendario judío es el que se toma como punto de referencia, combina elementos lunares con elementos solares”, subraya Masferrer.
Por tanto, la Semana Santa se celebra el primer domingo de luna llena después del equinoccio primaveral en el hemisferio norte y equinoccio otoñal en el hemisferio sur (alrededor del 21 de marzo). Es decir, los movimientos pueden suceder entre el 22 de marzo y el 25 de abril, de ahí que la Semana Santa cada año caiga en una fecha distinta.
¿Qué se debe hacer y qué no en Semana Santa?
De acuerdo con el también profesor e investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), existen una serie de costumbres, llevadas a cabo en Semana Mayor que vienen de la Edad Media, basadas en cuestiones sacramentales y son propias del catolicismo medieval que pasan por el catolicismo mexicano.
“Pero hay cosas que han cambiado, por ejemplo, las personas muy practicantes no tenían relaciones sexuales todos los días (de la Semana Santa), se guardaban los viernes, rememorando la muerte de Jesucristo en algunos lugares; son costumbres medievales como expiatorias de pecados y la creencia de que, a través de eso, se conseguía el cielo”.
Otra manera de demostrar su devoción y fe, según el experto, era flagelándose y haciendo oración. Algunas personas, asegura, se daban hasta 20 azotes, como diciendo: ‘ya la libré’.
Explicó que en otras partes como en el Bajío mexicano, hay ejercicios espirituales, donde en ciertos retiros, se incluyen flagelos personales.
¿Se celebra o conmemora?
Para Masferrer, no es correcto decir que se ‘celebra’ la Semana Santa, aunque quizá este término se usa debido a que estos días coinciden con la Pascua judía porque Jesucristo era judío. Él se reúne con sus discípulos para ‘festejar’ o ‘celebrar’ una festividad judía.
“Pero se rememora el sacrificio de Jesús de Nazaret que, para los cristianos, es hijo de Dios; (mientras que) los judíos esperan la llegada del Mesías para ser rescatados”.
Finalmente, el investigador señala que también existe diferencias en las fechas sobre esta conmemoración en algunas partes del mundo.
“Hay cierta variación, porque en el mundo ortodoxo tenemos el calendario juliano y nosotros tenemos el calendario gregoriano; pero sólo hay una diferencia de dos semanas o algo así”.
Otras costumbres:
- La abstinencia de carne. Cada persona debe hacer una penitencia por el sacrificio de Jesús, por lo cual el Código de Derecho Canónico señala que los viernes, especialmente, debe guardarse la abstinencia de carne o de cualquier alimento señalado por la Conferencia Episcopal.
- El Cirio Pascual. Es una vela que se bendice y luego enciende en la Vigilia Pascual, durante la noche del Sábado Santo. Este cirio simboliza una luz, la del fuego nuevo en la resurrección de Cristo que ahuyenta la muerte. Para los católicos representa que Cristo está presente.