Reportajes especiales

Veganismo, postura ética que avanza entre elogios y críticas

Cada vez es más común que las personas decidan optar por una dieta vegana o vegetariana. En restaurantes, comedores o cafeterías es más habitual que se ofrezcan opciones alternativas al menú.

En América Latina, México ocupa uno de los primeros lugares en el que, hasta 2020, se ha registrado un aumento de población que ha optado por estos tipos de dieta.

Según algunos datos recabados por Gourmet Show -uno de los principales festivales gastronómicos en México- “20% de las personas encuestadas declaró ser vegetariano, 15% flexitariana (mínimo consumo de carne) y 9% vegana”. Además son las mujeres jóvenes, entre 60% y 70% de la población encuestada, las que han optado por preferir estas dietas.

Sin embargo, el veganismo ha generado algunos vaivenes y críticas, ya que se ha considerado una tendencia “millenial” que se ha consolidado entre un sector de clase privilegiada. También, se han generado debates sobre las afectaciones en la salud debido a la ausencia de proteína animal. Y se han generado discusiones sobre la afectación medioambiental, ya que posturas críticas al veganismo afirman que no se salvan de dejar huellas negativas medioambientales. 

Al respecto, Jessica González Castro, directora de campaña de Million Dolar Vegan, dijo a Once Noticias que es fundamental saber que:

El veganismo es una postura ética en la cual evitamos consumir cualquier cosa que involucre explotación animal. Nuestra alimentación está basada en plantas y semillas, y no comemos productos de animales o derivados; no utilizamos productos con pieles, sedas o telas que provengan de animales; no usamos productos de higiene personal derivados de animales y no apoyamos actividades como la tauromaquia ni apoyamos delfinarios, acuarios o zoológicos, porque son lugares en los que se utilizan a los animales para el entretenimiento. Los vegetarianos, por su parte, consumen productos derivados de animales, por ejemplo, huevos, miel de abejas o lácteos. Todos estos incluyen explotación animal”.

 

 Mitos del veganismo

Jessica compartió que existen diversos mitos sobre el veganismo, por ejemplo, pensar que es un estilo de vida ‘extremo’, ya que se ha normalizado consumir animales, por lo que resulta una postura extrema cuestionarlo.

“Tenemos arraigado el consumo y explotación de animales, pero la cría y explotación animal está ligado al cambio climático y a todos los efectos negativos como la deforestación o pérdidas de especies”.

Otro mito es que se piensa que la dieta vegana es muy cara, “pero no es así, ya que las lentejas, frijoles o garbanzos son mucho más baratas que el pollo o carne de vaca; con muy poco se pueden hacer mucho, se almacenan y son rendidoras”.

Al conversar sobre el impacto medioambiental compartió que se ha demostrado que la industria ganadera es uno de los sectores más contaminantes del planeta.

Los desechos de las granjas industriales se van a ríos y océanos. La industria ganadera ocupa mucha agua, además otro gran problema es la deforestación, por ejemplo, la destrucción del Amazonas en un  90% ha sido por la deforestación, para la explotación ganadera”, señaló Jessica González Castro.

Además, enfatizó que “la industria ganadera es responsable del 14.5% de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI)”.

Sin embargo, el problema es mucho más complejo ya que responde a un sistema y una lógica capitalista que legitima el especismo y antropocentrismo, aunado a la explotación de los monocultivos, la grave situación de la soberanía alimentaria, la creación de industrias ‘friendly’ en pos de un intercambio de consumo, la situación del campo en la región de América Latina, la sobreexplotación de los recursos naturales y un largo etcétera, que rebasa el consumo y las prácticas individuales.

Entre las actividades que ha realizado Million Dolar Vegan destaca la entrega de comidas a personas en situación vulnerable, “creemos firmemente que el alimento es un derecho humano y que debe ser accesible y saludable”.

Dijo que la entrega de comidas la han realizado en 12 ciudades y ya llevan dos rondas: Los Cabos Saltillo, Guadalajara, Aguascalientes, Ciudad de México, Mérida, Cancún, Playa del Carmen y Morelia.

En Quintana Roo, Playa del Carmen, trabajaron en conjunto con el DIF y con una Iglesia Adventista.

Fue muy importante porque buscamos trabajar con estas instituciones que pueden tener impacto. Con el DIF nos fue muy bien, a mediados de la pandemia entregamos entre 150 y 250 comidas diarias, hechas con recetas veganas. El comedor siguió con este tipo de dietas. Ellos compraban aproximadamente 250 kg a la semana de carne, después de nuestra capacitación decidieron dejar de comprar y hacer recetas veganas”, explicó Jessica.

Con recetas veganas se pueden preparar cosas inimaginables como albóndigas de garbanzos o hamburguesas de lentejas, “nosotros somos una organización, con presencia en distintos países, hacemos campañas educativas y damos comida a personas en situación vulnerable. Hacemos una labor educativa y nos basamos en evidencia científica y médica”.

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