El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente y la causa de muerte más común en mujeres a nivel mundial, señala la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Asimismo, datos de la Organización Mundial de la Salud indican que, en países con un índice de desarrollo humano (IDH) muy alto, se diagnosticará cáncer de mama a una de cada 12 mujeres en el curso de su vida, y una de cada 71 mujeres morirá por esa enfermedad.
En cambio, en países con un bajo IDH, si bien se diagnostica cáncer de mama a una de cada 27 mujeres en el curso de su vida, una de cada 48 morirá por la enfermedad.
El cáncer de mama es el tumor maligno más común entre las mujeres mexicanas, según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi, 2022):
- 99% de los casos de cáncer de mama afectan a mujeres, y menos del 1% a hombres.
- Casi 2 de cada 10 muertes por tumor maligno en mujeres es por cáncer de mama.
- En 2022 se detectaron 23,790 casos nuevos de cáncer de mama entre la población de 20 años y más.
- A nivel nacional, la tasa de mortalidad en mujeres de 20 años y más por cáncer de mama fue de 17 por cada 100 mil. Sonora tuvo la tasa más alta y Campeche, la más baja.
¿Por dónde empezar?
La Organización Mundial de la Salud señala que la mayoría de las personas no experimentan ningún síntoma cuando el cáncer está en fase temprana, y que pudiera presentar distintas combinaciones de síntomas cuando está en una fase más avanzada. Al respecto, la evidencia científica registra algunos síntomas como:
- Nódulo o engrosamiento en el seno, a menudo sin dolor
- Cambio en el tamaño, forma o aspecto del seno
- Aparición de hoyuelos, enrojecimiento, grietas u otros cambios en la piel
- Cambio en el aspecto del pezón o la piel circundante (aréola)
- Secreción de líquido anómalo o sanguinolento por el pezón
Karina, de 45 años y sobreviviente de cáncer de mama, y Angélica, paciente de cáncer de mamá, se enfrentaron a la realidad del cáncer gracias a que hicieron de la autoexploración una rutina.
“El autocuidado no es vanidad. Yo me hacía revisiones de rutina y sentí algo duro, sospeché que podía ser cáncer porque lo que sentí no era normal e inmediatamente fui al ginecólogo”, compartió Karina.
“Una noche acostada viendo la televisión pude tocar mi pecho y sentí una bolita pequeña, yo creo que de medio centímetro, y le dije a mi esposo mira lo que siento aquí”, comentó Angélica.
¿Cómo autoexplorarse?
Observar, conocer y tocar los senos es fundamental, para ello la mejor herramienta al alcance de todas y todos es la autoexploración mensual, pues cualquier cambio que se detecte oportunamente puede salvar la vida. Para ello, el Instituto Mexicano del Seguro Social, recomienda:
- Frente al espejo, busca cambios en la forma, tamaño o superficie de la piel; especialmente hundimientos, inflamación, enrojecimiento o ulceraciones.
- Este procedimiento deberás hacerlo con los brazos a los lados, las manos detrás de la cabeza, los codos y hombros ligeramente hacia adelante y con las manos en la cintura.
- Toca
- Frente al espejo o durante el baño, busca bolitas, zonas dolorosas, abultamientos o consistencia diferente al resto de la mama.
- Este procedimiento deberás hacerlo de la siguiente manera:
De pie: la mano derecha en la nuca, con la izquierda toca el pecho derecho. Comienza desde arriba palpando alrededor de la mama y luego en la parte del centro. Posteriormente, revisa toda la axila y al final aprieta el pezón para ver si hay salida anormal de líquido. Explora el otro pecho de la misma manera.
Acostada: con una almohada pequeña o toalla enrollada debajo del hombro derecho, pon la mano derecha en la nuca, con la mano izquierda revisa el pecho derecho, palpa de la misma manera que lo hiciste estando de pie. Haz lo mismo para explorar el seno izquierdo.
Explórate 7 días después de la menstruación, si ya no reglas, hazlo en un día fijo del mes. Lo importante es hacerlo periódicamente, conocer lo que es normal y cómo se sienten las mamas dependiendo del periodo del mes, la edad o de ciertas circunstancias como el embarazo. Fuente: IMSS
En cuanto al conocimiento del cuerpo femenino, eternamente juzgado y examinado por la mirada ajena, pero menos por la de las propias mujeres, aún prevalecen prejuicios.
“Algo que me sorprendió en mi proceso fue que había muchas señoras grandes que se escandalizaban porque me decían ¡te tocaste!, y comentaban ‘a mí me tocó mi marido y él se dio cuenta’. Muchas personas pueden vivir pensando que no deben tocarse” señaló Karina.
Por otra parte, es fundamental tener en cuenta los factores de riesgo, es decir, todo aquello que afecta la probabilidad de que se presente una enfermedad. En el cáncer de mama, hay factores modificables y no modificables.
Factores de riesgo NO MODIFICABLES:
- Ser mujer
- Edad
- Antecedentes familiares
- Raza/origen étnico
- Radiación en el pecho o en el rostro antes de los 30 años
- Afecciones beningas en las mamas
- Menstruación antes de los 12 años
- Menopausia después de los 55 años
- Mamas densas
Factores de riesgo MODIFICABLES:
- Consumo de bebidas alcohólicas
- Tabaquismo
- Falta de ejercicio
- Sobrepeso y obesidad
Datos del Inegi (2022) destacan que alrededor de la mitad de los casos de cáncer de mama corresponden a mujeres sin ningún factor de riesgo identificable, a excepción del género (mujer) y la edad (más de 40 años). Sin embargo, conocer los antecedentes familiares de cáncer es importante con el fin del estar alerta.
“En mi familia sí hay una alta probabilidad de casos con cáncer, ahorita tengo un tío que diagnosticaron hace 15 días con cáncer de próstata, mi mamá tuvo cáncer de endometrio y mi abuela materna falleció de cáncer en el estómago, entonces pues ahora yo, por ello hay que estar más alerta”, comentó Angélica.
Tratamiento
El tratamiento del cáncer de mama depende del subtipo de cáncer, grado de propagación y las características de la persona. Asimismo, con el fin de reducir las posibilidades de que el cáncer regrese (recidiva), los tratamientos que pueden incluir:
- Quimioterapia
- Cirugía para extirpar el tumor del seno
- Radioterapia
La experiencia demuestra que los tratamientos son más eficaces y se toleran mejor si se inician lo antes posible y se completa el esquema.
“Fue más fuerte de lo que yo pensaba… ya el día en el que me vi en el espejo, me dije no puedo seguir con esto yo sola, me faltaba el seno, las cicatrices, y me vi como un monstruo”, subrayó Karina.
La sensación de muerte por lo regular está presente en quienes atraviesan tratamientos por cáncer; no obstante, el trabajo personal y el apoyo psicológico es de gran ayuda para poder concluir el proceso.
“En los tratamientos escuchas o ves imágenes, y sabes que serán tratamientos agresivos, muy fuertes y que van a cambiar totalmente tu vida, tú relacionas cáncer pues con muerte, siempre es lo primero que se te viene a la mente entonces eso fue la primera impresión, yo dije pues ya me voy a morir, y sentí miedo ante el impacto”, comentó Angélica.
Después del cáncer, ¿qué sigue?
Hoy, con 45 años y después de haber pasado por una mastectomía y un proceso de quimioterapia, Karina se percibe como una mujer afortunada, resiliente y con una gran fortaleza para enfrentar la vida; mientras que Adriana, en su segundo proceso de enfrentar nuevamente el cáncer, es segura de sí misma y sigue adelante con la convicción de que otra vez lo vencerá.
“[…]es una lucha de nosotras, que somos mucho más fuertes de lo que creemos, no me creía capaz de atravesar el proceso, pero en el momento en que te das cuenta de la fuerza que tienes para aceptar lo que viene y que, teniendo una red de apoyo, tu fuerza es mucho más grande”, apuntó Karina.
“Ahora sé que el cáncer no es sinónimo de muerte, que hoy en día hay muchos tratamientos, puedes salir adelante, confiar en la medicina y apoyar también el tratamiento con tu actitud, con tu alimentación. Tienes que ser consciente de que vas a tener que desprenderte de algo que ha estado siempre contigo porque es parte de tu cuerpo, y pues no te define como mujer, pero es parte de la estética […] fue un complicado de asimilar el tratamiento, pero aquí estamos enfrentando nuevamente este segundo cáncer”, señaló Angélica.
¿Dónde acudir?
Instituciones públicas: Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE); Instituto Nacional de Cancerología (INCan).
Organizaciones No Gubernamentales: FUCAM, Fundación CIMA, Grupo Reto.