La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer las enfermedades más frecuentes en las mujeres, así como los últimos datos y cifras de la salud de la mujer en 2018.
Dijo que la salud de las mujeres y las niñas está influenciada por la biología relacionada con el sexo, el género y otros determinantes sociales.
También que las mujeres son más longevas que los hombres. En 2016, la esperanza de vida mundial al nacer era de 74.2 años para las mujeres y de 69.8 años para los varones.
Sin embargo, la morbilidad, señaló, es más elevada en las mujeres y que utilizan los servicios de salud más que los hombres, sobre todo los de salud reproductiva.
Las enfermedades no transmisibles, que siguen siendo la principal causa de muerte en el sexo femenino, causaron 18.9 millones de defunciones de mujeres en 2015.
Las enfermedades cardiovasculares son las que provocan el mayor número de defunciones entre las mujeres. Por lo que respecta al cáncer, el de cuello uterino y el de mama son los más frecuentes, y el carcinoma pulmonar, es la principal causa de defunción.
Lactantes y niños
Tanto las tasas de mortalidad como las causas de defunción son similares para los niños y para las niñas durante la lactancia y la infancia. La prematuridad, la asfixia neonatal y las infecciones son las principales causas de defunción durante el primer mes de vida.
La neumonía, la prematuridad, la asfixia neonatal y la diarrea son las principales causas de mortalidad durante los cinco primeros años de vida. La malnutrición es uno de los principales factores coadyuvantes en 45% de las muertes en niños menores de 5 años.
Adolescentes
Las lesiones autoinfligidas, los traumatismos causados por accidentes de tránsito y el ahogamiento figuran en el mundo entero entre las principales causas de defunción en las adolescentes.
Los trastornos depresivos en los adolescentes de 15 a 19 años, como la esquizofrenia son las principales causas de mala salud.
En 2011 se registraron en los países de ingresos bajos y medios unos 820 mil nuevos casos de infección por VIH en la población con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años, más de 60% eran mujeres.
A nivel mundial, las adolescentes y las mujeres jóvenes (15 a 24 años) presentan un riesgo de infección por VIH el doble de elevado que los niños y jóvenes varones del mismo grupo de edad. Este mayor riesgo está asociado a prácticas sexuales poco seguras, a menudo no deseadas y realizadas bajo coacción.
Embarazos de adolescentes
El embarazo precoz incrementa los riesgos tanto para la madre como para el niño. Aunque se observan avances en la reducción de las tasas de natalidad entre las adolescentes, más de 15 millones de los 135 millones nacidos vivos registrados a nivel mundial corresponden a adolescentes de entre 15 y 19 años.
En las adolescentes embarazadas, el riesgo de abortar en condiciones poco seguras es mayor que en las adultas.
Abuso de sustancias
Las adolescentes consumen cada vez más tabaco y alcohol, lo que puede poner en peligro su salud, sobre todo en posteriores etapas de la vida. En algunos lugares, las niñas consumen tabaco y alcohol en cantidades similares que los niños.
En la región de las Américas de la OMS, por ejemplo, 23% de los niños y 21% de las niñas de entre 13 y 15 años reconocieron haber consumido tabaco durante el último mes.
Nutrición
En 21 de los 41 países para los que se dispone de datos, más de un tercio de las adolescentes de 15 a 19 años padecen anemia. La anemia, en la mayoría de los casos, anemia ferropénica, incrementa el riesgo de hemorragia y sepsis durante el parto.
Mujeres en edad reproductiva y mujeres adultas
Para las mujeres en edad reproductiva (15 a 44 años), el VIH/SIDA constituye la principal causa de mortalidad a nivel mundial, mientras que las relaciones sexuales no seguras constituyen el mayor factor de riesgo en los países en desarrollo.
Los factores biológicos, la falta de acceso a la información y los servicios de salud, la vulnerabilidad económica y la desigualdad de poder en las relaciones sexuales exponen a las mujeres, en particular a las jóvenes, al riesgo de infección por el VIH.
Salud materna
Las defunciones maternas ocupan el segundo lugar dentro de las causas de mortalidad que afectan a las mujeres en edad fecunda. Cada año mueren por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto unas 287 mil mujeres, 99% de ellas en países en desarrollo.
Aunque el uso de anticonceptivos ha aumentado en los últimos 30 años, hay en todas las regiones muchas mujeres que siguen sin tener acceso a métodos modernos de anticoncepción.
Tuberculosis
La tuberculosis, a menudo relacionada con la infección por el VIH, figura, en los países de ingresos bajos, entre las cinco causas de defunción más importantes en las mujeres en edad fecunda y en las mujeres de 20 a 59 años.
Traumatismos
Los traumatismos provocados por accidentes de tránsito figuran entre las 10 causas principales de mortalidad de las mujeres adultas (20 a 59 años) a nivel mundial. Además, en la región de Asia Sudoriental, las quemaduras son una de las mayores causas de mortalidad entre las mujeres de 15 a 44 años.
Las mujeres sufren lesiones y mueren por causas relacionadas con el fuego en mucha mayor medida que los hombres. Numerosas muertes se deben a accidentes ocurridos en la cocina y muchas son resultado de casos de violencia por parte de la pareja y violencia en el hogar.
Cáncer del cuello uterino
El cáncer del cuello uterino es el segundo tipo de cáncer más frecuente en la mujer y ello en todas las partes del mundo. Todos los casos están relacionados con una infección genital de transmisión sexual por el virus del papiloma humano (VHP).
Más de 90% de las muertes se concentran en los países de ingresos bajos y medios, donde el acceso a los oportunos servicios de detección y tratamiento es muy limitado.
Violencia
La violencia contra la mujer está muy extendida en el mundo entero.
Según la OMS, en las últimas estimaciones mundiales, 35% de la población femenina ha sido alguna vez en la vida víctima de violencia de pareja o de violencia sexual fuera de la pareja. Por término medio, 30% de las mujeres que han tenido una relación de pareja han experimentado algún tipo de violencia física o sexual por parte de su compañero.
Se calcula que, a nivel mundial, hasta 38% de los asesinatos de mujeres han sido cometidos por sus respectivas parejas.
Las mujeres que han sido víctimas de abusos físicos o sexuales presentan tasas más elevadas de problemas de salud mental, embarazos no deseados y abortos inducidos y espontáneos.
Depresión
Las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir depresión y ansiedad. La depresión es la causa más importante dentro de la carga de morbilidad femenina, tanto en los países de ingresos altos, como en los de ingresos bajos.
La depresión posterior al parto afecta 20% de las madres en los países de ingresos bajos y medios-bajos, lo que representa un porcentaje incluso más elevado que las tasas notificadas anteriormente con respecto a los países de ingresos altos.
Discapacidad
Las discapacidades –que afectan a 15% de la población mundial– son más frecuentes en la mujer que en el hombre. Las mujeres con discapacidad suelen presentar resultados sanitarios más deficientes, tasas de rendimiento más bajas en los estudios, niveles más bajos de participación en la actividad económica e índices de pobreza más elevados que las mujeres sin discapacidad.
Las mujeres adultas con discapacidad son al menos 1.5 veces más propensas a ser víctimas de actos de violencia que las demás.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
El consumo de tabaco y el uso de combustibles sólidos para cocinar son los principales factores de riesgo de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una afección potencialmente mortal en la mujer.
Una tercera parte de la carga total de mortalidad y morbilidad por esta causa en las mujeres se debe a la exposición en espacios interiores al humo producido al cocinar a fuego abierto o con hornillos y cocinas ineficientes.
Mujeres de edad avanzada
A nivel mundial, los hombres superan en número ligeramente a las mujeres; no obstante, las mujeres, al ser más longevas, representan una proporción mayor de la población adulta de edad avanzada.
54% de las personas de 60 años o más son mujeres, una proporción que pasa a situarse en cerca de 60% para el grupo etario de 75 años o más y en 70% para el de 90 años o más.
Enfermedades no transmisibles
Las enfermedades no transmisibles –principalmente las enfermedades cardiovasculares y el cáncer–, son la principal causa de defunción en las mujeres de edad avanzada, con independencia del nivel de desarrollo económico del país en el que viven.
Las enfermedades cardiovasculares son responsables de 46% de las muertes de mujeres de edad avanzada en el mundo entero, en tanto que al cáncer se le atribuye 14% (los más mortíferos son el cáncer de pulmón, el de mama, el de colon y el de estómago).