La alimentación es una de las principales desigualdades en el mundo. Por un lado, está la gente que no tiene acceso a alimentos y por otro, quienes lo tienen de sobra. Algo une a ambas partes: el desajuste nutricional, que amenaza la salud de todos. Sea por exceso o por falta de comida, más de la mitad de la población mundial -3 mil 900 millones de personas- tienen una dieta desequilibrada, de acuerdo con el Informe Mundial de Nutrición, realizado por diversas agencias de la ONU y privadas. Por la deficiencia de nutrientes, cerca de 150 millones de niños menores de cinco años presentan carencias en su desarrollo, más de 45 millones están malnutridos y 40 millones tienen sobrepeso. A la par, más de dos mil millones de adultos sufren de sobrepeso u obesidad. La población en los países de bajos ingresos no se alimenta con suficientes verduras ni frutas, como en el desierto del Sahel, en África. Por el contrario, en los países desarrollados ha aumentado el consumo de alimentos procesados, lácteos, bebidas con alcohol y de carne roja. Ésta última rebasa en cinco veces la recomendación máxima.
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