Estamos en el mes de la Concientización del Cáncer de Mama, por lo tanto, es importante hablar de distintos enfoques de la enfermedad.
Hoy es el turno de ofrecer información sobre una técnica que, de acuerdo con un análisis hecho por la Fundación Contra el Cáncer de Mama (Fucam) y un especialista que da talleres a las pacientes de esa fundación, ha funcionado para reducir los niveles de estrés, dolor y ansiedad en pacientes diagnosticadas con esta enfermedad.
El experto deja en claro que es una técnica que funcionar como “complemento” del tratamiento médico, jamás sustituirá a éste.
De acuerdo con la Sociedad Mindfulness y Salud de Palermo, Argentina, el término mindfulness ha sido traducido al español en diferentes formas: atención plena, plena conciencia, presencia mental, entre otras.
En entrevista con Once Noticias, Omar Saucedo, psicooncólogo especialista en el manejo de ansiedad, estrés y dolor crónico en pacientes con cáncer de mama, comparte que esta técnica empezó con los budistas, con prácticas que tienen que ver con la respiración, con la conciencia del cuerpo, con la conciencia en las sensaciones y las emociones.
“Alguien se dio cuenta que cuando estaban haciendo este tipo de actividades, los budistas empezaron a tener una reacción mucho más favorable al dolor, al estrés, a la angustia y de ahí se investigó que es lo que están haciendo y decidieron traer la técnica a esta parte del mundo (otro continente)”.
El médico señala que, los budistas llevan a cabo dicha técnica con un fin espiritual, pero ya cuando esta práctica trasciende se rescata el hecho de tener conciencia en las áreas antes mencionadas.
El experto refiere que mindfulness maneja el estrés, la ansiedad, el insomnio; favorece la creatividad y mejora la memoria.
“Si lo aplicamos en pacientes que están transitando por una enfermedad como el cáncer de mama, podemos ver mejorías, no nada más la ansiedad y el estrés que generan la enfermedad, sino el hecho de poder tomar decisiones, como decidir si alguien se quiere reconstruir o que tan seguras van a una cirugía”.
Agrega que otro beneficio es reducir la ansiedad que genera ir a una quimioterapia o radioterapia. Y, añade que se llegó a estas conclusiones, debido a que en Fucam se hizo una investigación que brindó la oportunidad de ver cómo una paciente que va estos tratamientos lleva consigo un nivel de estrés mucho mayor que alguien que ya tiene alguna práctica de conciencia.
Destaca que, ese aspecto hace que más allá de si es positivo su resultado, la paciente vaya con menos ansiedad, dolor y estrés.
“Porque ya hay la posibilidad de auto regular la respiración y, al mismo tiempo, la percepción del dolor. Hemos comprobado en Fucam una reducción del dolor de hasta un 80%; sin la práctica recibe un dolor de 80% ya con una práctica de mindfulness llega a decir que baja 0 o 2%, es decir, 20 por ciento”.
La técnica se aplicó a las pacientes en un taller de ocho semanas en Fucam. Ahí, se les daba información sobre mindfulness y se llevaban a cabo prácticas. Al final, se evaluó tanto a quienes tomaron el taller como a aquellas a quienes se dio seguimiento a su tratamiento, pero no tomaron el taller.
“Nos dimos cuenta que, las que tomaron el taller, tenían una mejor posibilidad de neutralizar sus emociones, de estar más atentas en una consulta, de percibir las malas noticias de una manera más ecuánime; manejar el tema del dolor; el insomnio desaparecía, la inapetencia y el cansancio”.
Afirma que esos síntomas que existían antes del curso, en algunas mujeres desaparecían y en otras el nivel del síntoma era menor que de quien hubiera tomado el curso.
Técnica que no sustituye al tratamiento médico
El especialista en esta técnica, desea dejar en claro, que mindfulness es un tratamiento alternativo que, bajo ninguna circunstancia sustituirá al médico.
“Es importante hacer la diferencia entre lo curativo y los tratamientos, alternativos, es decir, un tratamiento complementario es eso, complementa. Es un ‘no renuncias al tratamiento médico sino vamos a apuntalarlo’; un tratamiento alternativo es alternar”.
Aunque reconoce que nunca falta quien pueda decirle a una paciente que haga yoga, mindfulness, que cambie su alimentación para sanar, pero eso no es verdad.
Destaca la apertura que tienen algunos médicos para aceptar que una mujer diagnosticada con cáncer practique mindfulness porque consideran que, mientras ésta siga asistiendo a sus consultas, a la administración de sus medicamentos y si esa técnica beneficia su bienestar, no hay problema.
“Con esos mismos estudios que hicimos en Fucam nos dimos cuenta que los médicos, al final, promueven estos cursos porque decían ‘me ayuda que, como médico, hay no debo repetirle a la paciente la información, es más atenta y tiene más adherencia a los tratamientos”.
Y no sólo los doctores notan el cambio y se ven beneficiados sino también las enfermeras y personal administrativo porque la paciente tiene más tolerancia a todas sus emociones.
“En sala de infusión, donde se aplica la quimioterapia nos dimos cuenta que las pacientes que habían entrado al taller de mindfulness decían: ‘cuando me pican en la vena me duele menos, no me deja de doler, pero ya puedo lidiar con ese dolor; duele, pero ya no se convierte en algo incapacitante”.
Cifras
Según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS):
• El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común, con más de 2,2 millones de casos en 2020.
• Cerca de una de cada 12 mujeres enfermarán de cáncer de mama a lo largo de su vida.
• El cáncer de mama es la principal causa de mortalidad en las mujeres.
• En 2020, alrededor de 685,000 mujeres fallecieron como consecuencia de esa enfermedad.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi):
• En el mundo cada año se registran 685 mil defunciones por cáncer de mama, siendo entre los tumores malignos, la principal causa de muerte en las mujeres.
• En México, según las cifras preliminares de 2020, se registraron 1,086,094 defunciones, de las cuales 638,892 fueron hombres y 446,446 fueron mujeres.