No se puede cambiar el hecho de que ha tenido cáncer.
Lo que sí puede cambiar es la manera en que vivirá el resto de su vida al tomar decisiones que le ayuden a mantenerse sano y a sentirse tan bien como usted pueda.
Éste puede ser el momento de reevaluar varios aspectos de su vida.
Tal vez esté pensando de qué manera puede mejorar su salud a largo plazo.
Algunas personas incluso comienzan durante el tratamiento.
Para muchas personas, recibir un diagnóstico de cáncer les ayuda a enfocarse en la salud de formas que tal vez no consideraban en el pasado.
» ¿Qué cosas podría hacer para ser una persona más saludable?
Podrías tratar de comer alimentos más sanos o hacer más ejercicio o quizás reducir el consumo de bebidas alcohólicas o dejar el tabaco.
Incluso cosas como mantener su nivel de estrés bajo control pueden ayudar.
Sería un buen momento para considerar incorporar cambios que puedan tener efectos positivos durante el resto de tu vida.
» Aliméntese mejor
Alimentarse bien puede ser difícil para cualquier persona, pero puede ser incluso más difícil durante y después del tratamiento del cáncer.
El tratamiento puede cambiar su sentido del gusto.
Las náuseas pueden ser un problema. Puede que no tenga deseos de comer y pierda peso aun sin quererlo o puede que haya ganado peso y pareciera que no puede perderlo.
Todas estas cosas pueden causar mucha frustración.
Si el tratamiento le ocasiona cambios de peso o problemas con la alimentación o el sentido del gusto, hay que comer lo mejor que pueda y recordar que estos problemas usualmente se alivian con el pasar del tiempo.
Puede que encuentre útil comer porciones pequeñas, cada 2 o 3 horas, hasta que se sienta mejor.
Una de las mejores cosas que puede hacer después del tratamiento del cáncer consiste en adoptar hábitos saludables de alimentación.
Lograr y mantener un peso saludable, adoptar una alimentación sana y limitar su consumo de alcohol pudiera reducir su riesgo de padecer varios tipos de cáncer.
Además, esto brinda muchos otros beneficios a la salud.
» Ejercicio
El cansancio extremo, también llamado fatiga, es muy común en las personas que reciben tratamiento contra el cáncer.
Éste no es un tipo de cansancio normal, sino un agotamiento que no se alivia con el descanso.
Para algunas personas, el cansancio permanece durante mucho tiempo después del tratamiento y puede que les resulte difícil ejercitarse y realizar otras cosas que deseen llevar a cabo.
No obstante, el ejercicio puede ayudar a reducir la fatiga.
Los estudios han mostrado que los pacientes que siguen un programa de ejercicios adaptado a sus necesidades personales se sienten mejor física y emocionalmente y pueden sobrellevar mejor la situación.
Si estuvo enfermo y no muy activo durante el tratamiento, es normal que haya perdido algo de su condición física, resistencia y fuerza muscular.
Cualquier plan de actividad física debe ajustarse a su situación personal.
- Ten en cuenta que el ejercicio puede mejorar su salud física y emocional
- Mejora la condición cardiovascular
- Junto con una buena alimentación, ayudará a lograr y a mantener un peso saludable
- Fortalece los músculos
- Reduce el cansancio y ayuda a tener más energía
- Ayuda a disminuir la ansiedad y depresión
Además, a largo plazo, sabemos que realizar regularmente una actividad física desempeña un papel importante y le ayuda a reducir el riesgo de algunos cánceres.
La práctica regular de actividad física también brinda otros beneficios a la salud.
Fuente: Sociedad Americana contra el cáncer