El primer martes de mayo es el Día Mundial del Asma, una fecha que tiene el objetivo de involucrar a los pacientes con la atención y control de la enfermedad, a fin de que sepan qué hacer ante un posible ataque o crisis de este padecimiento.
El polvo, el polen, los ácaros y la contaminación, entre otras cosas, provocaron en Isabel ahora adulta, una infancia enfermiza.
“Tarde muchos años en ser diagnosticada, antes de esto siempre había padecido muchisimas alergias, era una niña con alergia muy sensible a muchas situaciones”, dijo Isabel.
Entrada a la adolescencia, y luego de una severa crisis, especialistas del instituto nacional de enfermedades respiratorias le diagnosticaron asma.
“Es ahí luego de cuatro días de estar internada, que me diagnostican con un diagnóstico de asma grave descontrolado”, agregó.
En los últimos diez años, los casos de asma han ido en aumento, principalmente en menores de 18 años, según la academia de inmunología.
“Sí ha habido un aumento no solo en México sino en muchos países, pero en toda Latinoamérica hay un estudio que se hace periódicamente para ver cómo están las enfermedades que pueden tener relación con alergias en los niños, y sí se ha visto que ha habido un incremento alto en niños pequeños de seis a siete años y en los adolescentes de 13 a 14 años”, señaló José Antonio Ortega Martell, fundador de la Academia de Inmunología, UAH.
En el mundo se estiman más de 235 millones de personas con este padecimiento.
“En nuestro país se calcula que un siete por ciento de nuestra población puede tener asma, significa aproximadamente unos ocho y medio millones de mexicanos y es una de las primeras diez causas de atención en urgencias y en consulta externa”, añadió.
El asma, enfermedad crónica que causa obstrucción de las vías respiratorias, es un padecimiento por lo general prevalente en menores de edad.
“Es mucho más frecuente que ocurra en niños, aunque puede ocurrir a cualquier edad pero en la población infantil hasta 12%, en nuestro país esto significa aproximadamente seis millones de niños que pueden tener asma y la gran mayoría a partir de los dos años de edad”, puntualizó.
El asma se caracteriza por: tos, sibilancias, disnea y opresión torácica.
Los síntomas que pueden ser intermitentes suelen agravarse durante la noche o al hacer ejercicio o bien detonarse por pequeños estímulos.
“Era frustrante para mí el no poder tener una vida normal porque cualquier tipo de alergeno podía desencadenar, en lo que hoy sé es una crisis de asma, antes no lo sabía”, concluyó Isabel.
Actualmente, existen diversos tratamientos innovadores para el asma, padecimiento que sólo un especialista puede diagnosticar.