Desde la detección de los primeros casos de VIH-SIDA, en 1981, la búsqueda de una vacuna no ha parado, pero hasta ahora solo existen medicamentos para controlar al virus.
En 1986, científicos de los institutos nacionales del cáncer en Estados Unidos y de la compañía farmacéutica Burroughs Wellcome, administran la Azidotimidina (AZT), cuyo uso se mantiene desde entonces.
Cuatro años después se sumaron los antirretrovirales, Didanosina o DDL y Zalcitabina o DDC, lo que dio paso al llamado coctel.
Para 1996, hubo un cambio sustancial, se establecen la llamada terapia antirretroviral de gran actividad, que incluye fármacos como Saquinavir y el Abacavir.
Es a principios del 2000 que aparecen las tabletas que concentran dobles componentes, con una sola toma.
En México, es hasta el 2019 cuando se pone en marcha el tratamiento de la pastilla única.
Ahora a los pacientes con VIH se les atiende con el Biktarvy, un compuesto que permite que las personas alcancen un nivel de indetectable en un periodo de al menos seis semanas, sin efectos secundarios.