Las siestas de 20 minutos son “ideales” para complementar el descanso nocturno, especialmente en aquellas personas que duermen menos de siete horas diarias o para las que sufren insomnio, lo que puede derivar en problemas tanto físicos como mentales, informó neurólogo Gurutz Linazasoro, de la Policlínica Gipuzkoa.
“Una siesta de unos 20 minutos es ideal para desconectar, reducir el estrés y consolidar memorias recientes. Este breve descanso aporta beneficios inmediatos, como un aumento en la concentración y una mejora del estado de ánimo”, agregó.
Sin embargo, advirtió que las siestas largas pueden ser contraproducentes, pues se puede despertar en una fase profunda del sueño, lo que “genera una sensación de aturdimiento y disminuye el rendimiento durante el resto del día“.
El especialista recordó que dormir bien es uno de los tres pilares “fundamentales” de la salud, junto con la alimentación y el ejercicio físico, y es que el sueño sirve para que el cerebro lleve actividades de reparación celular, eliminación de toxinas y consolidación de recuerdos.
“El sueño no es sólo descanso; es una fase de enorme actividad cerebral que impacta directamente en nuestra salud física y emocional”, explicó el neurólogo.
Comentó que el horario de invierno es más favorable para el organismo, debido a que permite un descanso nocturno más prolongado.
Destacó que la hormona del sueño es clave para regular los ciclos de vigilancia y descanso, pues comienza a ser liberada cuando oscurece, enviando señales al cuerpo “para prepararse para dormir”, un mecanismo natural que debemos respetar para mejorar nuestra calidad de sueño, destacó Gurutz Linazasoro.
El experto reiteró que el descanso es “fundamental” para gozar de una salud integral incluso con una breve siesta diaria, puede ser el “mejor regalo” para el cuerpo y la mente.