Valle de México

8M: Miles marchan en CDMX por justicia y contra la violencia de género

Colectivos y ciudadanas se movilizaron desde la Glorieta de las Mujeres que Luchan hasta el Zócalo capitalino en el marco del Día Internacional de las Mujeres.

Con un estruendoso clamor y en una sola voz de lucha, miles de mujeres se unieron este 8 de marzo en las calles de la Ciudad de México para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y exigir un alto a la violencia de género.

En un ambiente de solidaridad, se alzaron voces, se cantaron consignas y se hizo ruido por aquellas que ya no están, por las que aún no se atreven a romper el silencio y por las que continúan luchando por su derecho a vivir sin miedo.

Desde tempranas horas, colectivos, organizaciones y ciudadanas se reunieron.

A mediodía, los contingentes partieron desde el Monumento a la Revolución, empuñando banderas feministas, retratos de las víctimas de feminicidio y mensajes de sororidad.

Con cada paso, las mujeres exigían el cumplimiento de sus derechos y una vida libre de violencia.

“Le aseguro a mis hijas, madres, hermanas y amigas que no nos detendremos hasta encontrarlas”, fue una de las frases que resonó entre las participantes, quienes aseguraron que la lucha es incansable. Algunas portaban mensajes de amor, apoyo y esperanza, con la certeza de que no están solas en su batalla.

Elvira Canchola, madre de Sofía y Esmeralda, dijo: “Que cada quien pueda poner el nombre de su ser fallecido, que no pudo llegar a casa por feminicidio o desaparición, como una forma de exigir a los agresores y a las autoridades un cambio, transformar un dolor por un poquito de amor.”

Norma Andrade, madre de Lilia Alejandra García Andrade, llevó los zapatos rojos en memoria de su hija y de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, como símbolo de la sangre derramada por la violencia machista.

“Los zapatos rojos representan la sangre de nuestras mujeres asesinadas. El objetivo es frenar la violencia contra las mujeres. Estamos pidiendo que pongan un par de zapatos en la ventana, le tomen una foto y lo suban a las redes y lo etiqueten con el hashtag en los zapatos de Norma”, expresó.

Durante la manifestación, algunos colectivos instalaron pancartas y un tendedero de denuncias en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, donde algunas de estas consignas fueron prendidas en fuego como señal de protesta. Aunque el fuego fue controlado sin mayores incidentes, el acto simbolizó la indignación colectiva ante la impunidad que persiste en muchos casos de feminicidio y violencia de género.

A medida que avanzaban hacia la Plaza Mayor, en el Zócalo capitalino, las mujeres expusieron los rostros de sus agresores en el asta bandera y colocaron altares en memoria de las víctimas de feminicidio en las vallas que rodean Palacio Nacional.

Esta acción fue una clara manifestación de que el 8 de marzo no es un día de fiesta, sino un día de lucha.

Adriana Moreno, asistente a la manifestación, compartió: “Para dar fortaleza porque hay muchas mujeres que quisieran decir, ayúdenme porque no puedo, pero no saben cómo y somos marcadas.”

Los primeros contingentes llegaron a la explanada del Zócalo, donde se instaló un templete. Diversas víctimas de violencia machista tomaron la palabra para compartir sus testimonios y denunciar la impunidad en casos de feminicidio y agresiones de género.

Bajo el intenso sol, muchas manifestantes buscaron refugio bajo sombrillas o pancartas, mientras otras permanecieron en el centro de la plaza, escuchando las intervenciones y reafirmando su compromiso con la lucha por los derechos de las mujeres.

La marcha y las acciones del 8M fueron una poderosa muestra de que las mujeres en México seguirán exigiendo justicia y la erradicación de la violencia de género, un día que no solo celebra, sino que reafirma el llamado a la acción.

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