Desde las 8 de la mañana hasta las seis de la tarde de este 13 de marzo, 25 mil personas participaron en el paseo ciclista que se realizó en la base aérea de Santa Lucía, para conocer las instalaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
En el recorrido de 24 kilómetros, se contó con puestos de hidratación, socorro, sanitización, en los que se distribuyó gel antibacterial y se verificó el use de cubrebocas.
Como nunca se ha visto, ni se verá, las pistas de los vuelos internacionales fueron estrenadas. Con una rodada a pleno rayo del astro rey en esta jornada preprimaveral.
“Está muy interesante porque es de las pocas oportunidades que vamos a tener de asistir a estas instalaciones y poder sobre todo, rodar con la bicicleta”, Carla Luna, habitante de CDMX.
“Me parece una idea formidable porque es para conocer las obras que están haciendo para nosotros, que mejor manera de venir a hacer acondicionamiento físico”, Francisco Quiñones, habitante de Edomex.
A las nueve de la mañana en punto, buena parte de los coloridos visitantes llegaron en sus automóviles.
“Vimos una notificación en las noticias del teléfono y salimos temprano para venir para acá”, Antonio, habitante de CDMX.
Otros, como Raymundo, pedalearon 60 maratónicos kilómetros desde Iztapalapa hasta santa lucía.
La emoción de ser uno de los primeros en pisar esta terminal aérea y la compañía de su perrita, le ayudaron a resistir los 27 grados de calor del medio día.
“Ya me estaba cansando un poco ya para llegar, pero ya con la emoción de estar aquí rodando con la gente y conocer este lugar y poder compartir aquí esta experiencia como que me dio energía”, Raymundo Vásquez, habitante de CDMX.
Llegó la hora; con las cumbias de los ángeles azules, en la entrada principal de estas instalaciones arrancó el recorrido de 24 kilómetros.
No importaba si iban a pie o sobre ruedas. Todos disfrutaron de la ruta que se extendió hasta el último rincón.
Además de visitar los museos Militar de Aviación y del Mamut; familias y amigos se pasearon, fotografiaron y asomaron en los hangares de los aviones, salas de espera, filtros de acceso. Pero sin duda, la favorita es la fuente que reproduce palmo a palmo el calendario azteca.
Para Melisa, la difusión de nuestras raíces es la aportación más importante del nuevo aeropuerto.
“Hay muchas representaciones ahorita como el de la fuente, el de las pirámides y pues así atrae el turismo a México y hace que nuestro país crezca”, Melisa Aguilar, habitante del Edomex.
La edad era lo de menos, todos se divirtieron como niños.
Chicos y grandes experimentaron, como unos profesionales, el aterrizaje en paracaídas; comandaron tanques de guerra y hasta aprendieron, cómo no, tácticas de adiestramiento militar.
“Nos gustó mucho estar aqui y que me voy a subir a los tanques y esas cosas”, Iván, habitante de CDMX.
Después de este primer vistazo, ya hay quien piensa en su próximo viaje.
“Estoy impresionado pues por el tamaño, está grandísimo, está gigantesco”, agregó Raymundo.