Valle de México

Hoy se conmemoran 51 años de la represión estudiantil: “El Halconazo”

Habían pasado tres años de la masacre de Tlatelolco y las calles del entonces Distrito Federal volvieron a teñirse de rojo: fueron asesinados 120 jóvenes

El jueves de corpus es la festividad del cuerpo y la sangre de Cristo en la religión católica. La conmemoración de un sacrificio, como que el tuvo lugar el 10 de junio de 1971, con la represión estudiantil que se conoció como “El Halconazo”. 

Habían pasado tres años de la masacre de Tlatelolco y las calles del entonces Distrito Federal volvieron a teñirse de rojo: fueron asesinados 120 jóvenes, según la versión oficial; otras hablan de más de 200 de personas muertas. 

A media tarde ese jueves, una marcha convocada por alumnas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en apoyo a la huelga de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que había estallado días antes, es emboscada frente a la Escuela Normal Superior. 

En San Cosme, donde hoy se levanta un antimonumento que sirve de soporte a puestos ambulantes y para pegar avisos de ocasión, “salían del Casco de Santo Tomás con dirección al Zócalo, pero en realidad se trataba de una trampa, una trampa certera donde los estaban esperando y la finalidad era asesinarlos”, declaró el historiador, Marco Fabrizio Ramírez. 

Los autores eran paramilitares resguardados por la policía capitalina, conocidos con el nombre en clave de halcones, sujetos enfrenados para matar. “Ellos cobraban en el Departamento del Distrito Federal y suena irónico pero estaban adscritos al departamento de limpia. No usaban sus nombres propios, usaban siempre algunos apodos entre ellos y estaban dirigidos por militares o ex militares”, añadió Fabrizio.

Ese punto es elegido por ser una trampa mortal, ya que solo tiene 5 calles transversales, copada entonces por granaderos. Al grito de “Viva la revolución” y “Viva ‘El Che Guevara'”, los agresores arremeten con palos y tubos, pero también se lanzan disparos contras las y los estudiantes. 

“Había una hilera de granaderos y de entre los granaderos salió una primera columna de halcones con varas en las manos, golpeando, y posteriormente detrás de ellos salieron otra columna de halcones con armas largas y cortas y empezaron a aparecer también francotiradores en las azoteas”, contó uno de los sobrevivientes del “Halconazo”, Fernández Valadez. 

Los cuerpos inertes quedaron regados en las calles y muchos estudiantes que pudieron salvar la vida, fallecieron horas después. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) documentó que médicos y enfermeras fueron intimidados por hombres armados para dejar de atender a los heridos. 

El gobierno de Luis Echeverría, con el apoyo de medios serviles, trato de escudarse diciendo que el ataque fue provocado por una “fracción radical” de las y los propios manifestantes, pero las evidencias de la masacre echaron por tierra la versión oficial. 

El regente del entonces Distrito Federal, Alfonso Martínez Domínguez, y el jefe de la policía capitalina, Rogelio Flores Curiel, fueron a renunciar. Muchos años después, se les asestó a las víctimas un segundo golpe 2009, el expresidente, Luis Echeverria, fue exonerado jurídicamente por los hechos del jueves de corpus, debido a la “falta de evidencia tangible”. 

Hoy, más de medio siglo después, las y los muertos siguen a la espera justicia. 

Deja un comentario

Back to top button