A 15 años de la tragedia en la discoteca News Divine, la justicia sigue siendo inalcanzable.
Familiares de las víctimas acudieron al memorial que se levantó en el lugar donde durante un brutal operativo fallido, realizado el 20 de junio del 2008, murieron 12 personas, entre ellas 9 adolescentes y tres policías.
El sistema corrupto del Poder Judicial sigue lacerando a las familias de las víctimas, pues el único indiciado y responsable directo de la tragedia, director del entonces programa de Mando Único Policial (Unipol) y a cargo del mortal operativo, Guillermo Zayas, presuntamente murió antes de ir a juicio, pero no hay evidencia oficial de su muerte.
“Pues ya no sigue nada, pues ya se murió el único que tenían indiciado. El único al que le iban a girar orden de aprehensión y todo, el único que iban a hacer aparecer como culpable, según dicen que ya se murió”, dijo Hilda Barragán Martínez, mamá de Isis Gabriela.
Y por si fuera poco, el único sentenciado, Alfredo Maya Ortiz, dueño del bar, quedó en libertad condicional antes de cumplir su condena. Sólo purgó una pena de casi 15 años y fue liberado en noviembre del año pasado, cuando le faltaban otros 14 años de prisión, sí, fue un madruguete más de un juez en el Reclusorio Oriente.
“Ya no hay ningún detenido. Alfredo Maya ya tenía la liberación, estamos hablando de abril, yo estuve en el Reclusorio Oriente en mayo y la jueza interina que estaba no nos dijo que el señor ya se iba”, comentó Leticia Morales Bravo, mamá de Rafael.
En el News Divine hubo abusos sexuales, detenciones arbitrarias, brutalidad policiaca y negligencia, según los reportes de la Comisión de Derechos Humanos local.
Además, se revictimizó a las y los jóvenes, un sistema judicial francamente podrido.
“Más que podrido porque ellos no pudieron haberse masacrado en la forma en la que los masacraron a ellos, y cuántos policías eran por cada niño, un mundo de policías cuando se dio los hechos”, señaló Carmen Rivas Nájera, mamá de Leonardo.
Para ellas, las madres que perdieron a sus hijos, aún queda una esperanza, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Pues yo todavía voy a seguir peleando. O sea, no me voy a cansar, porque me quitaron mucho y han hecho poco. Entonces, yo creo que todavía esto no se acaba, todavía nos queda la Comisión interamericana”, mencionó Leticia Morales Bravo, mamá de Rafael.