Valle de México

Se manifiestan frente a casa de Luis Echeverría a 50 años del Halconazo

Más de 50 personas se manifestaron frente al domicilio del expresidente Luis Echeverría, en la calle Magnolia #131, de la colonia San Jerónimo Lídice, para conmemorar la masacre del 10 junio de 1971, bajo su mandato.

La década de los años 70 fue conocida en México cómo la época de “terrorismo de estado” o la llamada “Guerra Sucia”, en medio del contexto internacional que desarrollaba el combate contra el comunismo.

Organizaciones populares y estudiantiles comenzaron con grandes movilizaciones que terminaron reprimidas por fuerzas militares durante esa época.

Ese 10 de junio, David Roura sobrevivió al grupo de paramilitares llamado los Halcones, que irrumpieron en una marcha estudiantil para desarticularla y asesinar con armas de fuego a sus participantes.

Venimos a casa del genocida a recordarle que hay gente que no perdonamos y que no olvidamos”, señaló David Roura.

La batucada sonó con fuerza, mientras se pegaron boletines con el rostro del expresidente e hicieron algunas pintas: “aquí vive un genocida”, se leía.

En el año 2002 la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado citó a declarar a Luis Echeverría por el delito de genocidio; en 2006 se liberó una orden de aprensión que lo mantuvo 847 días en prisión domiciliaria, y para el año 2009 quedó exonerado.

David, el sobreviviente del “Halconazo”, señaló que estas acciones son importantes para la memoria de este país.

Si no hay justica, hay impunidad y si hay impunidad no hay olvido y se vuelven a repetir estas atrocidades. La represión ahora es simulada, los cuerpos policiales siguen atacando las marchas de las mujeres, y a los normalistas se les ha golpeado como en cada régimen presidencial”, denunció.

David narró a Once Noticias cómo fue aquella tarde cuando iniciaba la marcha estudiantil.

“Justamente por las instalaciones del Canal Once estaba la junta para acordar la marcha. Algunos compañeros decían que no era pertinente que hiciéramos la movilización y en ese momento de discusión reventó la confrontación. Los halcones atacaron con golpes de kendos y varas eléctricas. Después comenzaron a disparar a raíz de piso y otros desde las azoteas. Yo me metí bajo un coche, cada quien se protegió cómo pudo hasta que bajó la balacera”, relató.

Cuando salió del auto, tenía la cara llena de sangre porque le habían dado un golpe en la nariz, explicó, querían trasladarlo a la Cruz Verde pero antes de llagar les avisaron que los halcones ya habían tomado varias clínicas médicas y estaban rematando a los heridos.

“Yo terminé en las instalaciones de la Vocacional 9 del Instituto Politécnico Nacional y ahí me dieron los primeros auxilios. Después salimos hasta Azcapotzalco y de ahí nos fuimos caminando hasta Lindavista. Caminamos muchísimo”.

Algunos de sus compañeros sí llegaron a la marcha en el Monumento a la Revolución y otro grupo llegó hasta Ciudad Universitaria.

A cincuenta años sigue la misma historia represiva, sin justicia y con la impunidad que protege a los asesinos de este país”, concluyó el sobreviviente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button