A casi cinco meses de las protestas sociales en Colombia, el presidente, Iván Duque, promulgó la Ley de Inversión Social aprobada por el Congreso.
Dicha legislación aumenta de 31 a 35% el impuesto general sobre la renta, y a 38% para instituciones financieras durante los próximos cuatro años, y crea un impuesto adicional de 17%, cuyo impacto se enfoca a los más ricos y con ello el gobierno espera recaudar cuatro mil millones de dólares más al año.
La legislación conjuga una reforma fiscal recaudatoria, medidas antievasión, austeridad y recorte de la burocracia, pero aumenta el gasto social.
Sin ningún temor a equivocación: lo que hoy estamos materializando es la reforma más importante del siglo 21”, aseguró el presidente Iván Duque.
También extiende hasta diciembre de 2022 la renta básica a las familias más pobres; crea subsidios para pequeñas y medianas empresas castigadas por la pandemia y las protestas sociales, además de que estimula la creación de empleos.
Las ayudas económicas beneficiarán a los 14 millones más pobres de los 50 millones de colombianos.
Hoy nace como política de Estado la matrícula gratis en las instituciones universitarias, técnicas y tecnológicas públicas para los estratos uno, dos y tres. Son casi 700 mil jóvenes, que equivalen a casi el 98% de la matricula pública en Colombia”, añadió el mandatario.
Con ello, se cierra uno de los conflictos sociales más devastadores de esa nación, cuando la propuesta fiscal original del gobierno golpeaba por igual a ricos, clase media y pobres, lo que originó la ira social que llegó a las calles desde el 28 de abril.
El saldo de al menos 60 muertos por la represión policial obligó a Duque a replantear su propuesta, por la que hoy se promulga.