IPN desarrolla parche inteligente para tratar heridas crónicas
El parche libera un agente antiséptico 100% natural que favorece la evolución de las lesiones profundas.
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) dio a conocer la creación de un parche inteligente para tratar heridas crónicas, el cual ayudará principalmente a pacientes en estado de postración o que padecen pie diabético y no pueden acudir continuamente al servicio médico a sus curaciones.
Francisca Villanueva Flores, investigadora del Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA), Unidad Morelos del IPN, encabeza el proyecto que consiste en un biopolímero modificado químicamente con nanopartículas de curcumina.
“La acción del parche es dual, ya que el biopolímero y el principio activo poseen propiedades antifúngicas, bactericidas y antivirales, además la curcumina tiene acción cicatrizante, lo cual acelera el proceso de remodelación capilar”, afirmó la experta.
Villanueva Flores explicó que de manera natural la cicatrización de una herida se realiza entre 14 y 30 días, pero cuando se trata de lesiones crónicas, el proceso tiene alto impacto en la calidad de vida del paciente y la familia, ya que se requiere de asepsia constante para favorecer la curación.
Cabe destacar que este parche libera un agente antiséptico 100% natural que favorece la evolución de las lesiones profundas.
La investigadora detalló que el hidrogel del parche reacciona ante mayor o menor nivel de acidez de cada organismo (pH), por ello se le considera como un material inteligente capaz de detectar procesos infecciosos.
“Cuando hay un proceso de infestación en una lesión el nivel del pH disminuye y el hidrogel detecta esa modificación, se abre la red polimérica y, como consecuencia, comienza a liberar mayor concentración del principio activo (curcumina), lo cual permite tener un control más efectivo de la infección”, explicó
A fin de que este parche tenga los efectos adecuados, que la liberación del principio activo se realice de acuerdo con las necesidades de cada paciente y que no se presenten efectos secundarios, en colaboración con la Universidad Católica de Murcia (UCAM), en España, se optimizará la dosificación mediante la aplicación de algoritmos de inteligencia artificial.