Cultura

Los hechos violentos del 2 de octubre de 1968 quedaron plasmados en imágenes y literatura

El poder de la imagen, el sonido y la palabra rescatado por el sentido periodístico de dos mujeres, fortalece la memoria para recordar siempre oscuros momentos del poder genocida de otros tiempos.

El registro audiovisual del pasado ofrece la posibilidad de visualizar el rigor de la represión del estado en tiempos priistas.

“Y la plaza fue rodeada literalmente por los cuatro lados porque el edificio donde nosotros estábamos es el tercer piso donde estaban los estudiantes a cualquier parte donde volteáramos veíamos llegar camiones y carros blindados”, dice un fragmento del documental “El Grito”.

Estas son imágenes del documental “El Grito” producido en la UNAM y dirigido por Leobardo López Arretche, muestra antecedentes y desarrollo del movimiento estudiantil del 68.

“Ahí no podías encontrar ningún refugio, no podías meterte en ningún agujero, no había ningún búnker donde refugiarte”, señala el documental.

La narración corresponde a la periodista italiana, Oriana Fallaci, que estuvo en la matanza de estudiantes el 2 de octubre, en Tlatelolco.

De la misma forma la escritora Elena Poniatowska captó el pulso de la situación violenta por medio de una compilación de testimonios.

Voces disponibles en su libro la noche de Tlatelolco, reflejo fidedigno del abuso del poder en torno a las manifestaciones de estudiantes en 1968.

“Desde un principio tuvimos una consciencia más o menos clara de lo que iba a suceder -la represión, las detenciones masivas, las macanizas no se hicieron esperar”.

Testimonio de Luis González de Alba de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, mientras estaba preso en Lecumberri.

Poniatowska también muestra el comentario de la actriz, Margarita Isabel.

“Yo le entré al movimiento porque un día sin más llegaron los granaderos a la escuela de bellas artes con perros policía y cadenas y se llevaron a todo mundo preso”.

Cada opinión pinta el panorama violento desde distintos ángulos, así lo expresó Alicia Sarmiento, madre de familia al referirse a un discurso presidencial de aquel entonces.

“En vez de decir que el rencor no anida en su pecho y las ofensas no hacen mella, ¿No hubiera sido mejor hablarles a los estudiantes desde su balcón?”

El poder de la imagen, el sonido y la palabra rescatado por el sentido periodístico de dos mujeres, fortalece la memoria para recordar siempre oscuros momentos del poder genocida de otros tiempos.

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