Bad Bunny rompe récord con 30 fechas agotadas en Puerto Rico
La residencia de Bad Bunny en el Coliseo de Puerto Rico marcará un antes y un después en la historia del reguetón.
En un movimiento que subraya aún más su dominio global, Bad Bunny ha logrado lo que muchos consideraban impensable: 30 conciertos agotados en solo 4 horas.
La serie de conciertos “No me quiero ir de aquí” se llevará a cabo en el emblemático Coliseo de Puerto Rico, y las entradas fueron vendidas en tiempo récord, superando los 400 mil boletos. Esta cifra no solo refleja su popularidad sino también el cariño y la admiración que tiene el público de Puerto Rico por el artista que ha puesto a la isla en el mapa musical mundial.
La venta de entradas es sólo el principio de lo que promete ser un evento inolvidable. Con presentaciones programadas todos los fines de semana entre el 11 de julio y el 14 de septiembre, la residencia de Bad Bunny será un hito histórico en la música urbana, pues superará la marca previamente establecida por el dúo de reguetón Wisin y Yandel, quienes ofrecieron 14 conciertos consecutivos en el mismo lugar.
Este récord de Bad Bunny no sólo refleja la demanda por sus shows, sino que también subraya la importancia cultural del Coliseo de Puerto Rico como uno de los recintos más relevantes del Caribe.
El impacto del nuevo álbum: “Debí tirar más fotos”
La serie de conciertos llega tras el lanzamiento de “Debí tirar más fotos”, el sexto álbum de estudio de Bad Bunny, que no sólo ha sido un éxito de ventas, sino que ha consolidado su posición como uno de los artistas más influyentes del mundo.
El álbum fusiona reguetón con salsa, plena y otros ritmos caribeños, creando una propuesta musical fresca y única que ha capturado a millones de fans alrededor del mundo.
Con un total de 17 canciones, el disco es un homenaje a su tierra natal, Puerto Rico, y aborda de forma directa algunos de los problemas sociales más urgentes de la isla. Desde la migración a Estados Unidos hasta la gentrificación que afecta a las comunidades más vulnerables, Bad Bunny no teme tocar temas difíciles, utilizando su música como una herramienta para reflexionar sobre el futuro de Puerto Rico y la diáspora boricua.
si, el coquí es emblemático de Puerto Rico y está en peligro de extinción, pero el protagonista de mi album no es un coquí, ES EL SAPO CONCHO; una especie también nativa de Puerto Rico y en peligro de extinción.
— Benito Antonio (@sanbenito) January 17, 2025
¡¡¡CONCHO!!! https://t.co/VjNRelrd4C
En “Debí tirar más fotos”, Bad Bunny explora su identidad y su relación con la isla a través de su música. Cada tema ofrece una mirada personal y profunda a su experiencia, mientras celebra las tradiciones culturales puertorriqueñas. La salsa y la plena son soólo algunas de las influencias que se sienten en todo el álbum, una forma de rendir homenaje a la rica herencia musical de Puerto Rico.
Colaboraciones destacadas y la diversidad sonora
El álbum es un reflejo de la capacidad del boricua para unir a otros artistas de diversos géneros. Entre las colaboraciones más destacadas se encuentran:
- Rainao en “Perfumito nuevo”
- Chuwi en “Weltita”
- Dei V y Omar Courtz en “Veldá”
- Pleneros de la Cresta en “Café con ron”
Además de estas colaboraciones, canciones como “Nuevayol”, “Voy a llevarte pa’ PR”, “Baile inolvidable”, “El clúb”, “Pitorro de coco” y “Lo que le pasó a Hawaii” abordan desde el amor y el desamor hasta las complejidades de la vida en Puerto Rico.
El álbum se caracteriza por su diversidad sonora, reflejando los distintos estilos y ritmos de la isla, y su capacidad para trascender géneros musicales.
Un futuro brillante
La residencia de Bad Bunny en el Coliseo de Puerto Rico no es sólo un concierto, es un evento que marca un antes y un después en la historia del reguetón y de la música en general.
Con un público ansioso por ver al artista en acción, Bad Bunny continúa redefiniendo los límites de la música urbana y, con “Debí tirar más fotos”, nos invita a disfrutar de un viaje sonoro que celebra su cultura, su isla y su identidad.
En definitiva, la venta de entradas en tiempo récord no es solo una cifra: es la prueba de que Bad Bunny ha logrado convertirse en un ícono global. A medida que la residencia avanza, es probable que este evento sea recordado como uno de los más trascendentales en la música latina.