Se espera que el Gobierno de Biden anuncie este miércoles 27 de enero una suspensión temporal de los nuevos arrendamientos de petróleo y gas en tierras y aguas federales de Estados Unidos, y que ordene que casi un tercio de la superficie cultivada a nivel federal se conserve durante la próxima década, tres fuentes familiares con el asunto dicho el martes.
El presidente Joe Biden hará el anuncio como parte de un segundo lote de órdenes ejecutivas destinadas a combatir el cambio climático, un esfuerzo político clave del presidente recién juramentado que marca un cambio radical con respecto a su predecesor, Donald Trump, que buscaba maximizar el país.
Biden había prometido prohibir los nuevos permisos federales de petróleo y gas durante su campaña para la Casa Blanca, y su Departamento del Interior emitió la semana pasada una suspensión de 60 días de las aprobaciones de perforación de rutina en espera de una revisión del programa en lo que se consideraba un precursor de una prohibición más permanente.
Los pedidos afectarán a grandes extensiones de superficie en tierra en la mayoría de los estados occidentales, así como a la superficie de perforación en alta mar ubicada principalmente en el Golfo de México de Estados Unidos.
Las tierras tribales, que albergan importantes reservas de petróleo y gas, no se incluyeron en la orden del Departamento del Interior y tampoco se incluirán en la orden ejecutiva de Biden, según las fuentes.
Un portavoz de la Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Las otras órdenes ejecutivas relacionadas con el clima de Biden el miércoles también incluirán reforzar el uso de la ciencia climática en las decisiones políticas y establecer una cumbre internacional sobre el cambio climático para abril, según un memorándum visto por Reuters la semana pasada.
El impulso para poner fin a las nuevas perforaciones federales marca un objetivo fácil para la nueva administración: aproximadamente una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de la nación se pueden vincular a los combustibles fósiles producidos en tierras y aguas federales.
Pero también causará tensión financiera y económica en los estados que dependen en gran medida de los ingresos del programa federal de arrendamiento de minerales, incluido Nuevo México, administrado por los demócratas, que recibe más de mil millones de dólares al año de impuestos por perforación.
Los estados dependientes del petróleo y los representantes de la industria petrolera han expresado su preocupación por la posible prohibición de perforaciones.
Las órdenes seguirían una serie de acciones ejecutivas relacionadas con el clima que Biden firmó poco después de su toma de posesión el 20 de enero, incluida la reincorporación al Acuerdo climático de París, la cancelación del permiso presidencial para el oleoducto Keystone XL de Canadá y la suspensión de los arrendamientos de petróleo en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico en Alaska.