Internacional

Chile conmemora tres años de protestas sociales masivas 

El presidente Gabriel Boric llamó al diálogo para concretar reformas que motivaron las protestas de hace tres años.

Luego de tres años de la revuelta estudiantil en Chile, punto de quiebre para el regreso de la izquierda al poder, los jóvenes volvieron a tomar las calles en demanda de los cambios prometidos. 

Es la conmemoración del 18 de octubre, una fecha importante para todos los chilenos, y segundo porque aquí no ha pasado nada en Chile desde hace tres años hasta la fecha no ha pasado absolutamente nada, seguimos con lo mismo, la constitución sigue la misma, las demandas de las personas siguen iguales”, comentó Hugo, quien es taxista. 

Consciente de la deuda social pendiente, el presidente de Chile, Gabriel Boric, llamó a la clase política suprimir las barreras que impiden la ola reformista que prometió: 

“El mandato de nuestro Gobierno es entonces poner fin a este largo período de sequía en que las reformas no se concretan por falta de acuerdo transversal en el mundo político”. 

En un mensaje en el palacio presidencial el mandatario agregó: “ha habido esfuerzos pero todavía no concretamos las reformas que resuelvan la debilidad de los derechos sociales de los chilenos y chilenas”. 

El inicio de las protestas 

El 18 de octubre de 2019, protestas estudiantiles por el aumento de la tarifa del metro en Santiago derivaron en fuertes choques entre manifestantes y policías antimotines. Fue el detonante de un violento estallido social en todo el país, el peor desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que rápidamente se amplió contra todo el modelo económico. 

Algunas de las manifestaciones contra el entonces gobierno del derechista Sebastián Piñera incluyeron ataques incendiarios al metro capitalino, saqueos y enfrentamientos con la policía en las principales ciudades. 

“El estallido no fue una revolución anticapitalista y tampoco, como han querido instalar en los últimos días, fue una pura ola de delincuencia. Fue una expresión de dolores y fracturas de nuestra sociedad que la política, de la cual somos parte, no ha sabido interpretar ni dar respuestas”, dijo Boric, un exlíder estudiantil que en 2019 era diputado y apoyaba las manifestaciones. 

Las protestas, que duraron varias semanas, dejaron una treintena de muertos y cerca de 400 personas terminaron con heridas oculares por acciones de la policía, que denunció también que miles de agentes resultaron heridos al repeler a los manifestantes. 

“Estallido social fue un campo fértil para la expansión de conductas violentas destructivas, que también han dejado víctimas y secuelas. Esa violencia se volvió contra las propias causas del estallido al producir una creciente ola de rechazo en la sociedad, cansada de ver cómo el vandalismo destruye los barrios, el comercio y el patrimonio”, apuntó Boric, quien el 15 de noviembre de 2019 firmó el acuerdo para convocar un plebiscito y así cambiar la Constitución heredada de la dictadura. 

El presidente chileno, que asumió el 11 de marzo, se comprometió a construir “puentes de diálogo” para avanzar en una mejor educación pública, salud universal y mejores pensiones. 

“Quiero que sepan que está en la voluntad de nuestro Gobierno construir esos puentes y no dinamitarlos, con sectores políticos que no piensan igual que nosotros y también con la sociedad”, dijo. 

Manifestaciones de este martes 

Este martes se realizaron varias manifestaciones en todo Chile para marcar la fecha. La mayoría del comercio y los colegios cerraron más temprano ante la expectativa de que pudieran generarse nuevamente violentas manifestaciones, tal como ocurrió los otros dos años anteriores. 

En la jornada de protestas participaron unas 2 mil 300 personas, una convocatoria menor que en los dos años anteriores, pero se produjeron duros incidentes en Santiago con la quema de un camión y el robo de dos autobuses del transporte público para realizar robos en el comercio durante la noche.   

En la región de Coquimbo una turba apedreó el edificio de la gobernación regional. 

“Ha habido cerca de 50 detenciones, 13 carabineros (policía uniformada) lesionados y unas 700 personas salieron a cometer delitos a nivel nacional”, declaró el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, en un informe de las manifestaciones. 

Centenares de personas, en su mayoría estudiantes, se congregaron en las cercanías de la plaza Baquedano en Santiago, epicentro de las movilizaciones y rebautizada como “plaza de la Dignidad” hace tres años. 

“No hemos ganado nada”  

“Seguimos en lo mismo, no hemos ganado nada”, afirmó la trabajadora social Andrea Valdebenito, una de las manifestantes en Plaza Baquedano.  

Los manifestantes interrumpieron el tránsito sobre la céntrica Avenida Alameda, y provocaron el cierre de varias estaciones del ferrocarril metropolitano. 

La policía dispuso de cientos de agentes antimotines y utilizó gas lacrimógeno y chorros de agua para dispersar a los manifestantes. 

Basureros públicos, piedras y hasta troncos de un pequeño árbol fueron usados por los manifestantes para enfrentarse a la policía.  

“No son 30 pesos, son 30 años”, se leía en un cartel desplegado por manifestantes, en relación al aumento del valor del boleto de metro. 

Temprano se produjeron barricadas incendiarias en zonas periféricas de Santiago. Unos 25 mil policías fueron desplegados a nivel nacional. 

 

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