Al cumplirse 15 días de la invasión rusa en Ucrania, los cancilleres de ambas naciones se reunieron por primera vez, pero no lograron acuerdos sobre el alto al fuego, ni la apertura de un corredor humanitario para evacuar la ciudad de Mariúpol, sitiada y bombardeada sin descanso.
Tras el encuentro, el canciller ucraniano Dimitri Kuleba reconoció que su país estaría dispuesto a no ingresar a la OTAN si las Naciones Unidas, incluida Rusia, garantizan un marco de seguridad tan amplio como el que le proporcionaría la alianza atlántica.
Esta es la primera junta de alto nivel que se realiza con la mediación de Turquía y aunque no hubo avances, las partes se comprometieron a reunirse nuevamente.
Kuleba acusó a su contraparte de continuar la agresión y reiteró que seguirán defendiéndose.
Ucrania no se ha rendido, no se rinde y no se rendirá. Estamos listos para la diplomacia”, dijo Dmitri Kuleba, ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania.
Por su parte, el ruso Sergéi Lavrov aseguró que atacaron el hospital pediátrico de Mariúpol porque servía de base a nacionalistas ucranianos.
Este hospital de maternidad ha estado ocupado durante mucho tiempo por el Batallón radical Azov y otros radicales. Expulsaron a las parteras, enfermeras y personal general. Estos datos fueron presentados hace tres días”, señaló Lavrov.