Internacional

Tasa de nacimientos se desploma en Uruguay

En Uruguay, país de baja fecundidad, la cifra de nacimientos tocó en 2020 su piso histórico, tras caer drásticamente en el último lustro.

 

Me pregunto también si estamos en una sociedad para traer niños. El mundo ya está saturado. Y es ridículo pensar que nos vamos a extinguir porque un grupo de personas no tengan hijos”, comentó Laura, habitante de Uruguay.

La falta de deseo está lejos de ser el único motivo de la baja fecundidad, un fenómeno multicausal extendido en la región del que Uruguay es un histórico abanderado.

Desde comienzos del siglo XXI, la nación de 3.5 millones de habitantes cayó por debajo del umbral de 2.1 hijos por mujer que los demógrafos consideran la “tasa de reemplazo generacional”, es decir, el número mágico que permite que una población se mantenga sin disminuir su volumen.

En los últimos cinco años, la caída es más extraordinaria.

En números brutos, se pasó de casi 49 mil nacimientos en 2015 a menos de 36 mil en 2020.

Esto se traduce en un promedio de 1.4 hijos por mujer, la tasa de fecundidad más baja de la historia uruguaya, muy lejos del reemplazo y cerca de la fantasía de “extinción”.

También es posiblemente la más baja de la región, aunque varios países de Latinoamérica no tienen datos actualizados a 2020.

Cuba, otra nación de tradicional baja fecundidad, llegó a 1.57 hijos por mujer en 2019, según las últimas cifras oficiales.

 

Hay que evitar escenarios catastrofistas. La idea de que vamos a terminar con un país despoblado o en desaparición no va a suceder”, aclaró el jefe de la oficina del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) en Uruguay, Fernando Filgueira.

Según el sociólogo, la histórica baja natalidad del país se explica por un proceso temprano de urbanización, migrantes de fecundidades no muy altas y la ausencia de una fuerte población indígena.

La separación de Iglesia y Estado facilitó la planificación familiar y la temprana incorporación de la mujer al mundo educativo y el mercado laboral, lo cual causó la disminución de los nacimientos.

A ello se agrega hoy la postergación de la maternidad, que suele desembocar en la decisión de tener un solo hijo o incluso en problemas de fertilidad.

La disminución de la fecundidad es una tendencia en América Latina, que imita un proceso afincado en Europa y zonas de Asia.

Corea del Sur llegó a 0.9 hijos por mujer en 2019, según datos recogidos por el Banco Mundial.

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