Internacional

Trump espera en cárcel de Georgia para toma de huellas dactilares

El exjefe de Estado podría verse obligado también a someterse al "mugshot", la toma de fotografías a los acusados.

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se entregará este jueves a la justicia y permanecerá brevemente en una prisión del estado de Georgia tras ser acusado de intentar revertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020.

El hecho promete ser una de esas secuencias históricas que mantienen al país en vilo.

Aunque se trata de la cuarta acusación penal en su contra en pocos meses, el favorito para la investidura republicana para 2024 debe afrontar esta vez la afrenta de acudir a una cárcel superpoblada e insalubre bajo la mirada de medios de comunicación de todo el mundo.

“Es increíble. Voy a Atlanta, Georgia, el jueves para ser ARRESTADO por un fiscal de izquierda radical”, protestó el magnate en su plataforma Truth Social por lo que considera una “interferencia electoral”.

Su permanencia en la cárcel será, de todas maneras, breve. Al igual que los otros 18 coacusados, Trump debería ser puesto bajo arresto e inmediatamente liberado tras pagar una fianza, fijada en 200 mil dólares en su caso.

La normativa vigente prevé que se le tomen huellas dactilares.

El exjefe de Estado podría verse obligado también a someterse al “mugshot”, la toma de fotografías a los acusados, una práctica a la que pudo escapar en las ocasiones anteriores en las que se entregó a las autoridades en razón de su notoriedad.

Patrick Labat, el sheriff del condado de Fulton, que incluye Atlanta, tiene la intención de tratar a todos los acusados de la misma manera.

“No importa su condición, estaremos listos para fotografiarlos”, dijo.

“Una farsa”

Eso fue lo que ha sucedido hasta ahora con los coacusados de Trump que ya se han entregado a las autoridades: les tomaron las fotografías de rigor, que están circulando en las televisiones y las redes sociales.

Entre ellos figura el exalcalde de Nueva York y exabogado de Trump Rudy Giuliani, cuya fianza se fijó en 150 mil dólares y que llegó el miércoles a la prisión de Rice Street.

“Esta acusación es una farsa”, lanzó Giuliani al salir de la cárcel a las decenas de periodistas que se apretujaban para interrogarlo bajo un calor sofocante, en medio de una maraña de micrófonos y cables.

Los 19 acusados tienen hasta el mediodía del viernes (16:00 GMT) para presentarse ante las autoridades. Se espera que regresen a la corte la semana del 5 de septiembre, presumiblemente para anunciar si se declaran culpables o no.

La fiscal Fani Willis pretende que el juicio tenga lugar marzo de 2024.

A mediados de agosto, un gran jurado designado por el fiscal acusó a Trump y a las otras 18 personas de intentar ilegalmente obtener la anulación del resultado de las elecciones de 2020, ganadas en este estado clave por el actual presidente, el demócrata Joe Biden.

Trump es objeto de cuatro cargos penales, dos a nivel federal, en Washington y Florida, uno en el estado de Nueva York y otro en Georgia.

Cada uno de estos proceses le reporta sin embargo millones de dólares en donaciones, aportadas por partidarios convencidos de que es víctima de una “caza de brujas”.

Debate y entrevista

Todos los acusados han sido procesados en virtud de una ley sobre la delincuencia organizada que prevé penas de entre cinco y 20 años de prisión.

El rápido paso de Trump por prisión tiene lugar después del primer debate para las primarias republicanas, celebrado el miércoles por la noche en Milwaukee, Wisconsin, al que el magnate consideró innecesario concurrir visto su liderazgo en las encuestas.

Trump concedió, en cambio, una entrevista a Tucker Carlson, expresentador estrella de Fox News, que fue transmitida por X (antes Twitter) al mismo tiempo que el debate.

“¿Por qué debería permanecer allí durante una hora o dos (…), siendo acosado por personas que ni siquiera deberían ser candidatos presidenciales?”, dijo el exmandatario para justificar su ausencia.

Los ocho candidatos presentes en Milwaukee (siete hombres, entre ellos el gobernador de Florida Ron DeSantis, y una mujer, la exembajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley) protagonizaron tensas discusiones, a veces sobre Trump, en particular sobre la cuestión de si continuarían respaldando al expresidente si fuera declarado culpable.

Back to top button