Debate sobre hiperandrogenismo irrumpe en el ring de París
La boxeadora de Argelia, Imane Khelif, vive con una condición, conocida como hiperandrogenismo, provocándole niveles altos de testosterona.
Imane Khelif, de Argelia, ganó su primer combate olímpico de boxeo femenino este jueves en París 2024 después de que su rival, la italiana Angela Carini, abandonara a los 46 segundos de combate.
Tras recibir un potente golpe en el rostro, Carini se encaminó hacia su esquina para retirarse, por lo que el juez dio a Khelif como vencedora de esta pelea de octavos de final del peso wélter (entre 63.5 y 66.6 kg), mientras Carini caía de rodillas entre lágrimas.
La argelina se acercó después a estrechar la mano, pero Carini evitó el saludo.
“No podía seguir. Me dolía mucho la nariz y dije: ‘Paren’. Era mejor no seguir. Siempre he luchado contra hombres, entreno con mi hermano, pero hoy he sentido demasiado dolor”, declaró la italiana.
Este hecho reavivó la controversia sobre la participación de deportistas hiperandrógenas y suscitó fuertes reacciones de figuras internacionales, desde Javier Milei y Giorgia Meloni hasta Elon Musk.
Khelif es una de las dos boxeadoras presentes en la capital francesa que fallaron una prueba de género en 2023 debido a sus elevados niveles de testosterona.
Asimismo, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, salió en defensa de su compatriota afirmando que el combate “no fue en igualdad de condiciones”.
“No estoy de acuerdo con el Comité Olímpico Internacional (COI). Creo que las atletas que tienen características genéticas masculinas no deberían ser admitidas en las competiciones femeninas”, declaró Meloni durante una reunión con atletas italianos.
El presidente argentino, Javier Milei, se sumó a los comentarios. “Si seguía la mataba”, afirmó en la red social.
Por su parte, Khelif, que ha recibido un fuerte apoyo de las autoridades de su país, se felicitó de su “rápido éxito” y dijo que seguía “centrada en el objetivo de una medalla olímpica”.
Atletas hiperandrógenas
Khelif y otra boxeadora, la taiwanesa Yu Ting Lin, son los casos que más han resonado de atletas hiperandrógenas.
Tres años atrás, ambas participaron en Tokio, pero en 2023 fueron descalificadas por no superar pruebas de elegibilidad de género, una decisión tomada por la Federación Internacional de Boxeo (IBA).
Este jueves, Khelif fue recibida en el París Arena Norte con grandes aplausos por parte de numerosos seguidores de Argelia, que ondeaban sus banderas nacionales. Mientras que horas antes, el Comité Olímpico Argelino (COA) aseguró que su boxeadora era víctima de “mentiras” y de “ataques poco éticos”.
El COI, que asumió la organización del boxeo olímpico por falta de transparencia en la IBA, aseguró que todas las boxeadoras “cumplen las reglas de elegibilidad de la competición”.
“La prueba de la testosterona no es una prueba perfecta. Muchas mujeres pueden tener niveles de testosterona iguales o parecidos a los de los hombres, sin dejar de ser mujeres”, dijo el portavoz del COI, Mark Adam.
¿Qué es el hiperandrogenismo?
La testosterona es una hormona sexual que producen hombres y mujeres. Sin embargo los primeros producen alrededor de 20 veces más que las mujeres, principalmente en los testículos.
Un nivel normal de testosterona en los hombres se estima entre 10 y 35 nanomoles por litro de sangre, según el hospital estadounidense Monte Sinai. En las mujeres, oscila entre 0.5 y 2.4 por litro.
La testosterona puede variar según la edad y la época del año. Cuando las personas producen de manera natural un exceso de hormonas del sexo como la testosterona, se habla de hiperandrogenismo.
Esta condición afecta a un 5% aproximado de las mujeres, con cerca del 70% de los casos provocados por el síndrome de ovario poliquístico, según una investigación. Los síntomas incluyen acné, el crecimiento de pelo corporal y caída del cabello.
¿Cómo afecta en el deporte?
La testosterona puede mejorar la masa muscular y la masa ósea. Incrementar esta hormona de manera artificial es una forma de dopaje y está prohibido.
La directora de derechos humanos del COI, Magali Martowicz señaló que no hay “un consenso científico” sobre cómo la testoreona afecta a los deportistas.
Hace tres años en Tokio, la halterófila neozelandesa Laurel Hubbard se convirtió en la primera mujer transgénero en participar. Para clasificarse tuvo que mantener su nivel de testosterona por debajo de 10 nanomoles por litro durante al menos 12 meses. A pesar de cumplir con los requisitos, la participación de Hubbard fue muy criticada.