Con 70 votos a favor, 50 en contra y sin la llamada cláusula de vida eterna, que permitía la transferencia de votos entre partidos, el Pleno del Senado aprobó en lo general y en lo particular el Plan B, de la reforma electoral.
En medio de un largo debate, plagado de acusaciones, descalificaciones mutuas y hasta ofensas personales, la mayoría de Morena, PVEM, PT y PES, se impuso al bloque opositor integrado por PAN, PRI, MC y PRD.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Alejandro Armenta, remitió la reforma la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la Ley General de Partidos Políticos y la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, y que expide la Ley General de Medios de Impugnación en Materia Electoral al Ejecutivo Federal para su publicación.