La cantante Judit Nedermann visitó Ciudad de México, como parte del cierre de la gira de su última producción titulada Aire (2021) y la primera que graba en español.
La compositora de 31 años dio un concierto en el Foro Cultural Lenin, ubicado en el corazón de la colonia Roma, en donde deleitó al público con su voz y su talento musical, esto en el marco de la celebración de la Diada Catalana, que se conmemora desde 1886 y que busca generar puentes con la comunidad catalana en otras partes del mundo.
Nedermman ha colaborado con artistas como Joan Manuel Serrat, Alejandro Sanz, Pedro Guerra, Jorge Drexler, Andrés Suárez, Miguel Poveda, Macaco y otros más.
Once Noticias conversó en exclusiva con Judit Nedermman, quien contó lo qué hay detrás de sus composiciones que evocan entre muchos temas a su pueblo originario, Vilasar de Mar, o sus experiencias confrontadas con la realidad que la han marcado y las influencias que ha tenido en su música.
¿Cómo te sientes con tu llegada a México?
Judit no repara en expresar una gran emoción al conversar con el medio, y es que es la primera vez que visita nuestro país, así también que prueba la gastronomía típica y por si fuera poco, la visita de algunos sitios representativos en Ciudad de México, que visitó un poco a prisa debido al poco tiempo que tuvo dada su agenda.
“Estoy muy emocionada, es la primera vez que viajó tan lejos para cantar y para compartir […] mi música y todo lo que siento. Estoy muy agradecida porque nos han cuidado muchísimos desde que llegamos, hace unas cuantas horas, pero se nota que la recibida es muy generosa y muy atenta. Después de tantos años de estar […] en Cataluña (este año empezamos a salir también) poder hacer un viaje tan largo […] y poder conocer una tierra lejana, pero a través de mi música es algo que me hace sentir muy privilegiada y estoy muy contenta”.
¿Cuáles fueron tus inicios y cómo defines tu propuesta musical?
Judit comenzó formalmente a estudiar canto y música a los 13 años, aunque su origen familiar ya era de músicos y músicas. En un tono de broma cuenta que su carrera musical comenzó desde el vientre de su madre, quien era cantante. Desde pequeña estudió guitarra clásica y experimentó por diversos géneros como jazz y música moderna.
En los albores de los 15 años comenzó con su primer grupo, que tocaba versiones de pop y jazz, más tarde, cuando comenzó a estudiar jazz formalmente, se contactó con grupos en Barcelona. Fue así como ingresó a la banda Gramaphone All Stars, con quienes tocó por 10 años música jamaiquina con mezclas de jazz. También estuvo con Clara Peya, una pianista catalana, con quien cantó por primera vez en catalán, ya que hasta entonces sólo había cantado en inglés.
“Descubrí que cantar en mi propio idioma era otra experiencia totalmente distinta y aparte de eso entré en un grupo que fue bastante revelador para mí: ‘Coetus’, una orquesta de percusión ibérica que recupera canciones folclóricas de toda la península ibérica. [..] Ahí descubrí el folclore, que es una música que de forma fascinante no había llegado hasta mí, hasta ese momento, y cuando la escuché con profundidad, me di cuenta que era una música que estaba en mí sin yo haberla trabajado antes. Todo eso fue un conglomerado creativo dentro de mí y empecé a componer mis canciones”, contó.
De eso ya fue hace 9 años y Judit no ha parado. Hasta ahora lleva cuatro discos y en la actualidad, mientras cierra su gira de Aire (2021) está grabando el quinto.
“Cuando hice la primera canción sentí que era libre”.
Su proyecto lo define como una mezcla de pop, canción de autor con algunas pinceladas de jazz, folclore e influencia de música brasileña.
¿Cómo fue que se dio el contacto con América Latina?
Judit cuenta que con ‘Coetus’ viajó a Brasil, lo que la ayudó a estar en contacto con otros músicos. Ahí experimentó otros encuentros “cuando te encuentras con otros músicos de otros lados, hay como un camino común, independientemente de dónde seas”, relató.
Y es que para ella la música es el puente universal que conecta sin importar el lugar de origen. La compositora también ha estado en Cuba, Costa Rica, Brasil y ahora, México.
A Judit le gusta mucho Natalia Lafourcade, ya que considera creo que la cantante veracruzana “tiene ese amor por la música de raíz y […] la celebra incluso haciendo discos, versionándola a su manera, honrándola. Me parece muy inspirador. Su voz, la forma que tiene de componer y cómo se expresa en el nivel público. Se nota que le pone mucho amor a lo que hace”, expresó.
También le gusta Silvana Estrada, Jorge Drexler, Caetano Veloso, Maria Rita, María Gadú, Dani Black, Gilberto Gil.
“No sé qué sería del mundo sin la música que se ha generado aquí. Lo que me inspira también es que hay muchísima alegría y una forma de explorar la pena, está muy vivo […] No hay que tener miedo para ir al final de las emociones y que sea de verdad, que tú lo estés sintiendo así. Los artistas que escucho […] tienen esa forma de comunicarse y ha sido muy importante también para encontrar también mi forma”, dijo al contar lo que la inspira de la música de América Latina.
¿Cuál fue el reto para grabar Aire (2021)?
La artista cuenta que Alejandro Sanz fue una figura muy importante en este disco. Luego de que grabó con él, en 2019, el sencillo “Este segundo”, que combina catalán y español, la invitó a conciertos y le preguntó sobre su proceso creativo.
Fu él quien la animó a componer en español. Y es que había compuesto en portugués, pero fue la primera vez que compuso en español. “Lo importante para mí era componer y sentir que yo podía transmitir. […] tenía mis miedos, porque era hacer un cambio y era un disco muy ambicioso”, dijo.
Para Judit grabar en medio de la pandemia fue una experiencia que calificó de extraña, ya que tuvo que esperar un año para sacar su disco. No obstante compartió a Once Noticias que pese a esas dificultades le fue muy bien.
“Las canciones han gustado y la gente las ha recibido muy bien. El público que tengo confía en mí y el nuevo me entiende. Que sea algo que va creciendo de forma sólida”.
En la actualidad Judit Nedermann está en grabaciones de su próximo disco y tiene planeado que salga en la primavera de 2023. Emocionada comparte que ella quiere llevar su música a todos los países de la región.
Judit Nedermann, por primera vez en México
Acercar a la comunidad catalana asentada en nuestro país, a través de la música, y también generar puentes con otras partes del mundo, fue el objetivo del concierto organizado por la Delegación de Cataluña en México y Centroamérica.
La noche del sábado fue sorpresiva para quienes decidieron salir a disfrutar la ciudad nocturna y sus opciones culturales: la lluvia se ausentó en medio de un verano lluvioso, las avenidas lucieron con poca afluencia –inusual en esta metrópoli– y quienes decidieron asistir al concierto de Judit Nedermann se llevaron una inesperada noche musical.
Las expectativas fueron altas en el público. Yunuen Tapia compartió a Once Noticias que asistió por curiosidad, para conocer a Judit, y se enteró del concierto a través de las redes sociales. A ella le gusta el pop francés, pero consideró que el concierto era una oportunidad para conocer otros géneros y un poco de la historia de Cataluña. “Sé que hablan otro idioma y que es un lugar independiente de España, sé que tiene una arquitectura muy importante”, dijo la joven antes de ingresar al concierto.
El aforo fue de 200 personas y la emoción se distinguía en sus gestos. El concierto se enmarcó en dos celebraciones importantes: uno de ellos, el Catalan Sound, en su segunda edición. Un festival organizado con el objetivo de crear puentes de conexión con la comunidad catalana fuera de su territorio, pero que al mismo tiempo fue un espacio para que intérpretes pudieran seguir tocando a través de plataformas virtuales.
“La gente estaba encerrada en su casa y decidimos hacer esos puentes, para que grupos catalanes cantaran, que siguieran trabajando y haciendo cultura. Entonces, los grabamos y lo pasamos de forma virtual, para que la gente pudiera conectarse y luego hacíamos zoom con ellos. Es un puente de vinculación, así podemos estar más cerca de lo que pensamos. La música nos ayuda a esta conexión, seguiremos trabajando en crear vínculos musicales y culturales para que Cataluña y México sean más hermanos”, expuso Lleïr Daban, delegado de Cataluña en México y Centroamérica, a Once Noticias.
Y es que este Festival, por el contexto de pandemia, tuvo que transmitirse de forma virtual en 2021, pero este año se pudo llevar de forma presencial, y la invitada fue Judit al escenario mexicano.
Además, se enmarcó en la celebración de la Diada Catalana, que tiene de fondo no sólo un tema político sino cultural.
“A diferencia de otras naciones, celebramos una derrota, pero la voluntad de libertad es lo que nos llevó a conmemorarlo”, dijo el Delegado catalán a Once Noticias, al recordar la capitulación de Barcelona por las tropas borbónicas, en 1714.
No obstante, la celebración se convirtió en una jornada de defensa de las libertades y de reafirmación identitaria de Cataluña.
“Este año celebrarlo en México y luego del encierro de la pandemia, y de que la Delegación lleva muy poco, hemos decidido hacerlo a lo grande. En tres días de actividades, estamos contentos y orgullosos, porque la cultura es un pilar básico para nuestra lengua y sociedad, y también para conectarnos con otras culturas. La música hace que te hermanes y haya una conexión mágica”, expresó Lleïr Daban.
La voz de Judit Nedderman, un mosaico de colores
Y es que la voz de Judit envolvió a los asistentes por poco más de una hora en la que no faltó la alegría y el color; fue un viaje único hacia un pueblo pesquero, un pedazo de Vilasar de Mar, que estuvo presente en cada nota que salió de la guitarra de Darío Barroso, quien acompañó a la cantante.
En el corazón de la colonia Roma norte, titiló un poco de Cataluña al estilo de una mujer contemporánea. Judit cantó en su lengua originaria, pero no se limitó a los idiomas hablados sino que en armonía con su creencia de que la música es un lenguaje universal, fue a través de ella que, las personas traspasaron las fronteras de las lenguas y se dejaron llevar a través de un viaje musical.
La voz de Judit es ecléctica, como un pequeño mosaico colorido que uno encuentra en el Parque Güell, una tarde de verano. Si uno piensa en el color preciso de su voz, la paleta de colores se ilumina y va del azul al verde esmeralda, danza del blanco al rojo y puede llevar sin atajos al amarillo. Pero su voz adquiere colores también por la sencillez que caracteriza a la intérprete, cuyo espíritu resalta por la familiaridad de su conversación.
Durante el concierto no faltó la anécdota por la que decidió lanzarse a la aventura de componer y cantar en español, ya que fue una sugerencia que le propuso Alejandro Sanz, con quien también grabó la canción “Este segundo”, incluido en El Disco (2018) del compositor madrileño (canción interpretada en español y catalán).
Tampoco faltó la canción de “Velas” cuya música fue compuesta por Judit y la letra fue escrita por Pedro Guerra.
Uno de los momentos apreciados fue cuando Judit tocó un pandero cuadrado astuariano, en medio del recuerdo de su abuela originaria de Asturias . Este membranófono percutido con una porra deleitó al público con su retumbante sonido que acompañó el rasgueo de la guitarra y la voz de Nedermann.
Las expectativas no solo se cumplieron sino que fueron rebasadas y todas las personas disfrutaron de una noche que fue cerrada con un brindis, en un espacio de encuentro para la comunidad catalana en México.
Judit Nedermann es originaria de Vilasar de Mar, un pueblo costero ubicado en Cataluña. Este año recibió un Premio Max, por mejor composición musical para el espectáculo escénico por Canto jo i la muntanya balla. En su carrera tiene cuatro discos: Tot el que he vist (2014), Un segon (2016), Nua (2018), Present (2019) y Aire (2021). Este último es el primero en español.