Durante muchos años la cavidad uterina fue inabordable para tratar un nonato, sin provocar con ello un aborto.
Las gemelas Miranda y Melisa compartieron este espacio materno y se aferraron a la vida, contra todo pronóstico.
Son unas guerreras mis niñas desde la pancita”, Nataly Quintana, madre de las gemelas.
A poco más de un mes de su concepción, el embarazo gemelar de Nataly fue azaroso.
Me dicen que tengo un coágulo en el 80% de mi útero y nos comenta el médico “no tiene remedio señora así crudamente, vaya a urgencias y hágase un legrado porque no hay más”, agregó.
Afortunadamente la joven mujer acudió al Instituto Nacional de Perinatología, INPer.
Nataly vino a las semanas ideales para su diagnóstico y poder ofrecerle un tratamiento; desafortunadamente muchas de las pacientes a veces llegan al Instituto muy tardíamente, cuando ya los bebés tienen muchas complicaciones incluso cuando ya fallecieron dentro de la pancita de mamá”, Yazmín Copado, coordinadora de la Clínica de Cirugía Fetal del INPer.
Tras el sombrío diagnóstico inicial, se detectó en las gemelas el síndrome de transfusión feto fetal, patología exclusiva de embarazos gemelares que presentan problemas para compartir la sangre.
Uno empieza a dejar de crecer y el otro empieza a tener insuficiencia cardiaca, que los puede llevar a ambos a la muerte o a un daño neurológico muy grave”, Sandra Acevedo, medico materno fetal INPer.
Especialistas del INPer, asesorados por expertos en cirugía fetal, realizaron una fotocoagulación láser a los bebés dentro del vientre de la madre.
Consiste en introducir una cámara dentro del útero de mamá, se traviesa el útero, se atraviesa la bolsita donde están los bebés y se busca la placenta, en la placenta se tiene que identificar las comunicaciones que están erróneas, que están comunicando erróneamente a los gemelos y se queman los vasos que están haciendo esa comunicación errónea”, agregó Yazmín.
Tras la exitosa cirugía, las gemelas siguieron poniendo a prueba al equipo médico.
Después de la operación, a los 20 días me regreso con toda la desesperación del mundo porque yo pensé que lo más grave era la transfusión feto feto, pues no porque se me rompió la fuente y tenía yo cinco meses de embarazo, no pues pensé que ya no iban a sobrevivir mis bebés definitivamente”, dijo Nataly.
La experiencia de los neonatólogos del INPer logró que las gemelas nacieran con 35 semanas de gestación y con pronóstico favorable. La atención recibida en este instituto fue gratuita.
Yo no cuento con servicios de salud, me dijeron no te preocupes, nosotros te apoyamos, la operación no tuvo ningún costo para nosotros”, Enrique Aguirre, padre de las gemelas.
El programa de cirugía fetal necesita recursos para mantener la gratuidad para quienes lo necesiten.
La Organización Mundial de la Salud reportó 15 millones de nacimientos prematuros al año.